06/11/2012 - Los thrillers Fin, de Jorge Torregrossa, e Invasor, de Daniel Calparsoro, primeras películas españolas del certamen sevillano

En el renovado Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde el cine más arriesgado se ha hecho con un hueco de la mano del nuevo director artístico, José Luis Cienfuegos, las dos primeras representantes del cine español han sido películas de género con grandes ambiciones comerciales: Fin [+lee también:
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ficha de la película], de Jorge Torregrossa (Sección oficial fuera de concurso), e Invasor [+lee también:
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ficha de la película], de Daniel Calparsoro (Special Screenings).

Basada en una novela homónima de Fernando Marías, Invasor es la nueva colaboración entre Morena Films y Vaca Films tras el tremendo éxito de crítica y público obtenido en 2009 con Celda 211 [+lee también:
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entrevista: Daniel Monzón
ficha de la película]. Su historia gira en torno al personaje de Pablo (Alberto Ammann), un médico militar al que hieren en Iraq junto a su compañero Diego (Antonio de la Torre). Es trasladado de vuelta a casa, en La Coruña, junto a su esposa (Inma Cuesta) e hija, pero poco a poco empieza a recordar los dramáticos hechos sucedidos en la guerra. Descubre que el Gobierno está intentando esconder algo muy oscuro, algo que sólo él podrá sacar a la luz.

A falta de algo menos de un mes (30 de noviembre) para su estreno de la mano de Buena Vista, lo mejor y lo peor que se puede decir de Invasor es que es una película muy lograda en todos los aspectos (más los apartados técnicos, sobre todo el montaje y la fotografía, y menos la dirección de actores, que ofrecen interpretaciones algo desdibujadas).

Un guion con pocas fisuras, una factura técnica impecable y un tema con gran poder de atracción internacional como es la guerra en Irak podría facilitar su salida al mercado internacional, aunque le falta un punto más de pasión y se deja llevar con frecuencia por la tentación de querer explicar todos los pormenores de la historia a través de los diálogos.

De cara al mercado doméstico, su rendimiento se antoja incierto. Posee un reparto potente y puede jugar con el buen sabor de boca de Celda 211, pero en este caso no cuenta con el aparato promocional de una televisión privada y el hincapié en la acción la convierte en una película con un público potencial más limitado.

Su agente de ventas internacionales es Filmax International, que en estos días está promocionando éste y otros títulos en el American Film Market (AFM).