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LOCARNO 2015 Semana de la crítica

The Day the Sun Fell da voz al horror

por 

- LOCARNO 2015: El film de Aya Domenig tuvo su estreno mundial en la Semana de la Crítica del festival de cine de Locarno

The Day the Sun Fell da voz al horror

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]
, primer e impresionante documental de la directora helvético-nipona Aya Domenig, ha entusiasmado a cuantos tuvieron la fortuna de acudir a su estreno mundial en la Semana de la Crítica del festival de cine de Locarno

The Day the Sun Fell repasa la vida del abuelo del director, ya fallecido. Durante muchos años, este hombre trabajó de médico en el hospital de Hiroshima. En 1945, el trágico día de la explosión de la bomba atómica, su abuelo estaba presente en la ciudad y fue joven testigo de las más impensables atrocidades. Como no podía pedir directamente a su abuelo que le contara lo que vivió y siempre calló, Aya Domenig trata de reconstruir su historia a través de los testimonios de aquellos que aún siguen con vida y que finalmente decidieron abrir o, más bien, derribar las barreras de su corazón. La directora se reúne, así, con un anciano que trabajó de doctor y con una enfermera de la Cruz Roja que estuvieron de servicio aquella dramática jornada, convirtiéndose en testigos, a su pesar, de un acontecimiento impensable, lo suficientemente doloroso como para inducirlos al silencio. La estigmatización de aquellos que se dejaron en Hiroshima no sólo la salud sino también el corazón los ha llevado siempre a guardar silencio. Algunos se fueron llevando consigo un secreto que marcó sus vidas; otros, al final, han optado por liberarse de un peso demasiado grande. Para que el horror no se repita, es necesario tener el coraje de mirarlo a los ojos, adentrarse en su abismo acompañando de la mano a quienes apenas pueden sólo imaginárselo. Mediante los testimonios, sorprendentemente directos y ricos, de los protagonistas del film, Aya Domenig consigue acercarse a esa parte de sombra con la que su abuelo convivió el resto de sus días. Un padre ejemplar, afectuoso, que probablemente hizo uso del silencio como escudo tras el cual proteger a su familia. En un primer momento, la sombra del abuelo es el motor de la película; sin embargo, la inesperada y terrible catástrofe nuclear de Fukushima el 11 de marzo de 2011 lleva el horizonte de The Day the Sun Fell aún más lejos, desde lo íntimo hasta lo universal. En ningún momento resultan invasivos ni la voz de la directora ni sus largos planos meditativos, dando tiempo a la verdad para explicarse sin brusquedad. Más allá de las palabras están los gestos, la mirada de los protagonistas, sus cuerpos cansados pero combativos, casi insolentes, que nos hablan de lo que sucedió y nos explican la fuerza de todo un pueblo y el horror que experimentó. La onda expansiva de la bomba no sólo laceró la carne sino también y sobre todo el alma de quienes sobrevivieron y tuvieron que encontrar una razón para salir adelante. El material de archivo no nos hace nunca “voyeurs”; al contrario: su cruda sencillez se fusiona con las palabras de los protagonistas sin parasitarlos. The Day the Sun Fell no pretende ser una acusación directa sino más bien una investigación tozuda de lo que quedó, la prueba de aquello que la bomba no pudo destruir: la conciencia, el orgullo, un hilo sutil pero fortísimo de esperanza. La terrible semejanza entre la catástrofe de Hiroshima y la de Fukushima nos da a entender lo necesario y lo vital que es ahora aclarar las sombras del pasado. Aya Domenig nos susurra esta verdad con tranquilidad y a la vez con una resolución increíble. Un film sincero, reflejo de un país herido que, sin embargo, busca sin prisa pero sin pausa curarse.  

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The Day the Sun Fell tiene como agencia de ventas internacionales a la zuriquesa Look Now!.

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(Traducción del italiano)

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