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RÓTERDAM 2016

A cidade onde envelheço: un paseo introspectivo por los suburbios de Belo Horizonte

por 

- En su debut en el largometraje, que relata el dilema existencial de dos mujeres portuguesas, la documentalista Marília Rocha lleva a la pantalla una imagen vívida de Brasil

A cidade onde envelheço: un paseo introspectivo por los suburbios de Belo Horizonte

La directora portuguesa Marília Rocha ha presentado su ópera prima, A cidade onde envelheço [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, esta semana en el Festival Internacional de Cine de Róterdam. La cinta compite por el premio Hivos Tiger en la sección Bright Future.

Francisca (Francisca Manuel) es una mujer portuguesa, de 30 años, que lleva viviendo casi un año en Belo Horizonte, Brasil. Su rutina normal es interrumpida repentinamente por la llegada de Teresa (Elizabete Francisca), una vieja conocida de Francisca. Teresa derrocha energía, y este elemento de su carácter a la vez molesta y agrada a Francisca; a esta le parece bien tener cerca una amiga íntima, pero tampoco quiere que otras personas tengan una "ventana abierta" hacia lo que pasa en su vida.

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La interacción entre estas dos mujeres, que parecen tener personalidades opuestas, y la ciudad de Belo Horizonte es un elemento central de la película. Ambos personajes están atrapados en un dilema existencial: se preguntan continuamente cuál sería el sitio ideal para envejecer. Rocha domina el proceso de presentar a las dos mujeres al público, subrayando los aspectos de sus personalidades que influencian sus opiniones sobre el entorno que las rodea. Tanto Francisca como Teresa tienen una visión artística de la vida; persiguen imágenes, sensaciones y sentimientos, y los espectadores pueden compartir fácilmente estas emociones con las actrices gracias al realismo extremo con el que Rocha representa Brasil.

El tercer papel más importante lo interpreta la propia ciudad de Belo Horizonte, cuyos detalles y colores han sido espléndidamente capturados. Esta representación realista enlaza con la experiencia previa de la cineasta como directora de documentales. Además, el reparto de la película está compuesto por actores no profesionales, y esto, aunque no es evidente, contribuye inmensamente a una descripción lograda de Belo Horizonte. Rocha plasma con muy buen gusto la cultura local de una de las ciudades menos turísticas del país: las costumbres, las tradiciones, la música y el ánimo colectivo se entremezclan en una pintura viviente de Brasil que arrastra a los espectadores a las estrechas calles de los suburbios de Belo Horizonte, para que opinen por sí mismos sobre las decisiones de los personajes. 

La película es una coproducción luso-brasileña, producida por Anavilhana Filmes y Terratreme Filmes. FiGa Films se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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