13/10/2016 - UFO llevará a los cines franceses el 19 de octubre el sorprendente primer largometraje de Ludovic y Zoran Boukherma, Marielle Gautier y Hugo P. Thomas tras su paso por la sección ACID de Cannes

Existe una Francia profunda en la que al cine nacional no le gusta internarse más que para sacar bonitas postales: un territorio de pequeñas ciudades olvidadas, zonas cultural y económicamente asoladas, donde las noches en el bar de la esquina constituyen la única diversión, donde los jóvenes matan el tiempo haciendo rugir sus scooters, donde se cuenta cada euro para vivir más mal que bien y donde el laconismo, el minimalismo de las interacciones sociales y la ausencia total de perspectivas de futuro son los ejes de la experiencia.

En esta Francia alejada del glamur, concretamente, aquí, en Normandía, el joven cuarteto de cineastas que componen Ludovic y Zoran Boukherma, Marielle Gautier y Hugo P. Thomas se ha sumergido para realizar Willy 1er [+lee también:
tráiler
ficha de la película]: un singular primer largometraje a la vez cruel y enternecedor, al borde del documental bizarroide y de un estilo de tragicomedia pasada de moda en la que se mezcla el humor “grotesco” a la italiana y el realismo inglés con un aderezo de cine fantástico (algunos fantasmas). En definitiva, no se trata de una película como las demás y poco más vemos del cine francés actual que una vaga referencia común al dúo Kervern-Delépine (en un registro más hiriente y libertario) en la voluntad de hacer el retrato de "gente ordinaria" sin idealizarlos ni caricaturizarlos. Pues, al final, bajo su aura excéntrica y deprimente, Willy 1er desliza una reflexión delicada y emocionante sobre la alteridad, sobre esos individuos que, a imagen del “héroe” de la película, son unos inadaptados sociales, unas almas en pena solitarias a menudo incomprendidas y oscurecidas por su entorno cuando, en realidad, son el reflejo ligeramente deformado de un mundo “normal” del que los separa una línea mucho más fina de lo que cabría pensar.

Tal es el caso de Willy (Daniel Vannet), quien, a sus 50 años, lleva una vida supermonótona y casera (apenas entrecortada por un trabajo como personal de mantenimiento municipal que consiste en aspirar las hojas secas de las calles), que se verá trastocada por el suicidio de su hermano gemelo. Bajo los consejos de su tutora (Noémie Lvovsky) y rechazado por sus padres, cuyo domicilio nunca ha abandonado, este hombre clasificado como “minusválido” (aunque se acerca más a un amable bobalicón) decide salir a ver más lejos, en una aventura que lo conducirá a unos kilómetros. “A Caudebec iré. Un apartamento tendré. Amigos me haré. ¡Y que os den!” Un programa que el entrañable personaje tratará de cumplir a pesar de las dificultades.

Willy 1^er esquiva la trampa del sentimentalismo y el patetismo y flirtea en ocasiones intrépida y deliberadamente con un kitsch asombroso. La cinta juega con los cambios bruscos de tono y no carece de una diversión que nunca se ejerce a costa del personaje sino a su lado, a lo largo de su recorrido iniciático a ciegas, falsamente naíf y desbordante de intención de participar en el mundo. Estamos ante un primer largometraje insólito, sensible, inventivo, sofisticado bajo una apariencia de “barato”, con una hábil puesta en escena y una fotografía de calidad (a cargo de Thomas Balmès) que producen Baxter Films y Les Films Velvet y que UFO llevará a los cines franceses el 19 de octubre.

(Traducción del francés)