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BERLINALE 2017 Panorama Special

Requiem for Mrs. J: una tragicomedia sobre generaciones desamparadas por la sociedad

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- BERLÍN 2017: El segundo largo de Bojan Vuletić aborda de un modo imaginativo la influencia de la coyuntura social sobre las personas

Requiem for Mrs. J: una tragicomedia sobre generaciones desamparadas por la sociedad
Mirjana Karanović en Requiem for Mrs. J.

El segundo largo del director serbio Bojan Vuletićć, Requiem for Mrs. J. [+lee también:
tráiler
entrevista: Bojan Vuletić
ficha de la película
]
, logra combinar la mejor tradición de la comedia negra serbia con tropos que normalmente se asocian con la nueva ola rumana. Pero la película no es solo una amalgama deliberada de dos estilos reconocibles. Los efectos de la historia reciente serbia no se presentan como una mera consecuencia de las guerras de los 90, sino que emanan de los restos transmutados del pasado socialista yugoslavo y la transición en la que todavía está inmersa esta sociedad, que va obstinada y arduamente en círculos. El film se ha estrenado mundialmente en la sección Panorama Special de la Berlinale.

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La señora J. (Mirjana Karanović) es una mujer de mediana edad cuyo amado esposo (un oficial de alto rango en el ejército) falleció hace un año, sumiéndola en una profunda depresión. Ella vive en un apartamento en un bloque de Novi Beograd con sus dos hijas, la estudiante de primaria Koviljka (Danica Nedeljković) y la veinteañera Ana (Jovana Gavrilović), la madre de su marido (Mira Banjac) y el novio de Ana, Milan (Vučić Perovic).

El apartamento es un desastre, parece que nadie lo limpia nunca, y la señora J. pasa su tiempo sentada, sin hacer nada, apenas viendo la televisión. Su depresión se percibe a simple vista, y, en la primera escena, la vemos limpiando la pistola de su marido. Planea suicidarse en cuatro días, en el aniversario de la muerte de su esposo. Pero primero, quiere dejar hecho todo el papeleo burocrático, que en Serbia puede hacer que morir sea muy complicado.

Lo primero que hace, sin embargo, es ir al marmolista Djordje (Boris Isaković) para añadir su nombre y su imagen a la lápida de su marido; sus dos visitas al marmolista, así como el viaje de ambos al cementerio, están a la altura de las escenas más graciosas y desgarradoras de la comedia negra yugoslava, gracias en parte a un formidable Isaković.

Pero las cosas se complican para la señora J. cuando intenta conseguir un certificado que pruebe que lleva 20 años trabajando, que necesita para poder actualizar su tarjeta sanitaria. Las escenas en el departamento de la seguidad social y en la vieja y obsoleta fábrica en la que trabaja recordarán a los espectadores asiduos al cine de arte y ensayo a la nueva ola rumana. Pero Serbia tiene un pasado similar, aunque los cineastas y los espectadores tienden a hacerle caso omiso para centrarse en las guerras y sus consecuencias. Sin lugar a dudas, la situación actual se debe a la combinación de esos dos pasados, y Vuletić yuxtapone el realismo de la transición con recuerdos de pesadilla que la señora J. atraviesa como sonámbula, en un par de escenas que resultan casi psicodélicas. Y todo ello funciona sin el acompañamiento de una banda sonora, lo cual, en sí mismo, es toda una hazaña.

Hay muchos otros detalles evocadores en los personajes secundarios que en ciertas escenas aparecen para completar la imagen de cómo la sociedad contemporánea serbia ha desamparado a esas generaciones de personas normales, decentes, respetuosas con la ley, de clase media, que representa la señora J. Y los primerizos Gavrilović, Perović y el joven Nedeljković nos dan una idea clara de cómo la vida en Serbia está ya malogrando a las próximas generaciones.

Las interpretaciones de Karanović e Isaković están en un nivel aun más alto de lo que nos tienen acostumbrados, y la directora de fotografía Jelena Stanković, la diseñadora de producción Zorana Petrović, el diseñador de sonido Boris Trayanov y el montadorVladimir Pavlovski forman un equipo excelente que aprovecha tanto los aspectos realistas como los oníricos para brindar un resultado arrollador.

Requiem for Mrs. J es una coproducción de la compañía serbia SEE Film Pro, la búlgara Geopoly Film, la macedonia Skopje Film Studio, la rusa Non-Stop Production y la francesa Surprise Alley. La compañía basada en Belgrado Soul Food detenta los derechos internacionales.

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(Traducción del inglés)

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