email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BERLINALE 2017 Panorama Special

Tiger Girl: la violencia por la angustia de la nada

por 

- BERLÍN 2017: Jakob Lass ha entusiasmado al público berlinés proponiendo una película rica en trifulcas, con modelos gloriosos y una patética heroína rubia galvanizada por su uniforme

Tiger Girl: la violencia por la angustia de la nada
Ella Rumpf en Tiger Girl

Ahora que una de las joyas de 2016, la asombrosa Crudo [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Julia Ducournau
ficha de la película
]
, está a punto de estrenarse en Francia, su actriz más “malota”, Ella Rumpf, está en Berlín para el estreno de Tiger Girl [+lee también:
tráiler
entrevista: Jakob, Tom Lass
ficha de la película
]
, del alemán Jakob Lass (autor de Love Steaks [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, Premio Max Ophüls 2014), en la sección Panorama Special de la muestra de los Osos; el film se estrenará en Alemania el próximo 6 de abril de la mano de Constantin. La chica epónima, que aparece en el cartel de la película, es ella. A un tiempo ninja, justiciera samurái con bate de béisbol y hasta personaje de western —el que gana el duelo al final—, es una heroína pura de película de acción, de ese tipo que a todos y todas nos gustaría ser, esa clase de heroína a quien nadie se atreve a buscarle las cosquillas.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Cuando Margarete (Maria Dragus), de quien no sabemos nada salvo que está formándose en una empresa privada de seguridad (tras haber suspendido el examen de entrada a la policía), la conoce por primera vez, tratando de evitarla, queda deslumbrada por esta jefa pandillera que aparece de detrás del vehículo de al lado y destroza el retrovisor que la estorba con una gran patada al estilo de El club de la lucha —con estruendo, como todas las numerosas trifulcas que van encadenándose a lo largo del film—, antes de indicar a Maggie (alias Vanilla, por su pelo rubio y sus ojos azules) que ya tiene sitio para dar marcha atrás.

Tras varias apariciones sucesivas (un poco mágicas, siempre exaltantes por la libertad e inteligencia empírica que sugieren) de Tiger, que la salva dos veces de los avances de chicos demasiado insistentes, Maggie se ve galvanizada a la fuerza. Tímida, o más bien desprovista de una personalidad desbordante, se deja llevar de buen grado por las provocaciones de nuestra pícara, que vive en una camioneta con una banda de muchachos de la calle, antes de tomar la primera iniciativa: dar un uniforme a Tiger para patrullar junto a ella de día y de noche por un territorio que será de ellas y donde ellas serán la ley, arrestando a la gente para quitarles el dinero, o solo para reírse de su conformismo. Poco a poco, al igual que su indisciplina en clase, su gusto por la violencia indiscriminada crece, sin que se nos sugiera realmente la razón de esta voracidad de actos de agresión salpimentados de humillación, aunque parece que ni ella misma la sabe...

Si, en cambio, estos “funny games” no divierten para nada a Tiger, es porque en su caso la rebelión y los atracos están ligados a una situación de abandono y de necesidades reales. Vanilla, por su parte, actúa de manera puramente gratuita, y su violencia no está alimentada, al contrario de lo que sucede en la inaceptable The Dinner, de Oren Moverman, seleccionada en competición, por la emulación de internet. Tampoco puede compararse con Haneke, que rehusaba en la antedicha cinta toda posibilidad de aprehender mediante una explicación el placer de torturar al otro: Vanilla es en sus actos totalmente insípida, una personalidad vacua dispuesta a adoptar cualquier modelo —al principio, cuando dice que quiere trabajar en la seguridad “para ayudar”, ya está repitiendo como un loro lo que ha oído a alguien—. Para esta joven, que no tiene, que se sepa, ni familia ni amigos, la violencia proviene de una llamada del abismo, de ese tipo de necesidad de existir de los soldados de regímenes totalitarios, esas malvadas marionetas uniformadas que no hacen, creyendo darse importancia, sino confirmar su anonimato. No es casualidad que el antiguo compañero policía que esta mediocre chica se cruza regularmente a lo largo del film olvide siempre su nombre. Y tampoco es casualidad que no sea Vanilla la que aparece en el cartel de la película. 

Producida por Constantin Film, Tiger Girl es vendida internacionalmente por Picture Tree International

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy