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VISIONS DU RÉEL 2017

La Nuit éclaire la nuit: la soledad ilumina la noche

por 

- Lo Thivolle presenta en Visions du Réel con un docuensayo sobre la excepcional valentía de un antiguo compañero de facultad que actualmente habita en los márgenes de la sociedad

La Nuit éclaire la nuit: la soledad ilumina la noche

Cuando el cineasta francés Lo Thivolle estudiaba en la Universidad de Toulouse conoció a un chico nigeriano, afincado en Francia, que se estaba doctorando en la misma facultad. Años después, el destino quiso que Boureima y Lo Thivolle se reencontrarán. Pero esta vez no sería en el respetado ambiente académico, sino en el banco de una plaza donde el africano (ahora, un sintecho) ve pasar los días frente a sus ojos. De ese segundo cruce accidental surge La Nuit éclaire la nuit [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, la ópera prima de Lo Thivolle, presentada en la sección Regard Neuf de Visions du Réel: un suerte de homenaje a la valentía de ese viejo conocido del director que decidió alejarse voluntariamente de la sociedad.

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La razón del aislamiento del exdoctorado permanece en fuera de campo a lo largo de todo el metraje de La Nuit éclaire la nuit. Fuese causado por un suceso traumático, un desencanto global, o simple misantropía acentuada, el motivo es irrelevante, puesto que el objetivo del documental es captar los instantes irrepetibles de la vida austera –casi mística– que ha elegido ese erudito, libre y feliz, en las calles de algún pueblo francés sin nombre. Así, en este impecable debut, que lleva por título un capítulo del célebre libro de Roland Barthes Fragmentos de un discurso amoroso, descubriremos a Boureima en situaciones de todo tipo: desde sus sagradas horas de lectura y escritura en los ordenadores de la biblioteca pública del municipio anónimo, hasta celebrando el hallazgo de plátanos arrojados en un contenedor. Lo Thivolle combina esta serie de escenas cotidianas con otras tomas evocadoras donde el protagonista pasea por parques con sus mejores galas, u otras bañadas en estimulantes monólogos sobre política, religión, existencialismo y lecciones de cine que pronunciará el sabio ermitaño; el único capaz de destapar las indetectables similitudes entre el western y el género documental. 

Por otro lado, también cabe destacar el interés de Lo Thivolle en recordar la condición de extranjero del protagonista sorteando la perspectiva paternalista que suelen presentar los films sobre inmigrantes que abrazan la indigencia tras fracasar en sus múltiples intentos por vivir a imagen y semejanza de los autóctonos.  De este modo, en vez de hurgar en el pasado morboso de Boureima en suelo nigeriano para activar la conciencia social del espectador, el cineasta toma otro camino. Lo Thivole saca a la luz un dato insólito sobre la familia de su antiguo compañero de aulas. Al parecer, el padre de Boureima fue rey de una tribu y, a su vez, protagonista del icónico documental etnográfico Temps du pouvoir que Eliane de Latour filmó en la década de los ochenta. El don de la excepcionalidad corre por las venas de Boureima. Una anomalía mágica que, aludiendo el texto de Barthes, le permite convivir en paz con aquello que llamamos metafóricamente ‘oscuridad’.

La película ha sido producida por la propia compañía de Thivolle, Numéro zéro, que se encarga también de sus ventas.

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