30/05/2017 - La directora milanesa de I baci mai dati ha rodado un musical negro y psicodélico en una Roma espectral y pop con Massimo Ranieri y Sonia Bergamasco como protagonistas

Massimo Ranieri en Riccardo va all’Inferno

Ya ha terminado el rodaje de Riccardo va all’Inferno [+lee también:
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ficha de la película], obra con la que Roberta Torre vuelve tras la cámara tras I baci mai dati [+lee también:
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ficha de la película], presentada en la Mostra de Venecia de 2010. Riccardo va all’Inferno es una coproducción italo-francesa de Agidi, de Paolo Guerra, y Rosebud Entertainment Pictures, de Angelo Laudisa, con la contribución del MiBACT, en asociación con Sanfelice 1893 Banca Popolare y con los apoyos de la región Lacio y de Europa Creativa.

La película, que actualmente se encuentra, por tanto, en fase de posproducción, tiene como protagonistas a Massimo Ranieri (La macchinazione [+lee también:
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ficha de la película]) y Sonia Bergamasco (Un italiano en Noruega [+lee también:
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ficha de la película]), a quienes secundan Silvia Gallerano, Silvia Calderoni, Teodoro Giambanco, Michelangelo Dalisi, Ivan Franek y Matilde Diana. Riccardo Mancini (Massimo Ranieri), después de pasar largos años en un hospital psiquiátrico judicial por un delito sumergido en el misterio, sale decidido a vengarse y conquistar el poder de su familia mafiosa. Riccardo no tiene ningún escrúpulo a la hora de desembarazarse de sus hermanos pero no ha saldado cuentas con el alma verdadera de la familia: la potente Reina Madre (Sonia Bergamasco). Según las notas de la producción, se tratará de “un musical negro y psicodélico que atraviesa Shakespeare y está ambientado en una Roma jamás vista, espectral y pop”.

El guion es obra de la directora junto con Valerio Bariletti y la banda sonora, de Mauro Pagani. Medusa Film distribuirá la película en Italia.

(Traducción del italiano)