El actual mundo de los negocios necesita individuos que estén dispuestos a todo a la hora de la verdad. Frederick Schopner obviamente no está preparado para esa tarea. Tras llevar años en una empresa de consultoría, aún sigue sin ser capaz. Otros han ido escalando y trepando mientras él miraba y hacía su trabajo. Pero ahora sí es el momento. Tal vez. Él y sus colegas consultores han sido invitados a participar en un evento especial para fomentar el espíritu de equipo. El grupo será perseguido en una carrera de obstáculos al mismo tiempo que son evaluados por video-vigilancia. El plato fuerte es que la empresa ha contratado a dos actores para que secuestren a los consultores con armas sin cargar, en una especie de actuación realista con un toque divertido. Sin embargo las cosas no transcurren según lo planeado, y las armas sí están cargadas. Los actores encuentran el escenario ficticio tan convincente que deciden poner el plan en marcha, pero de verdad. Mientras tanto, la directora de recursos humanos de la empresa ve lo que ocurre a través de la video-vigilancia y tiene de evitar que la situación con los rehenes pase a mayores, al mismo tiempo que la prensa observa.