Francesca, es una cincuentañera hija única de Manfredi, un famoso arquitecto que desde que enviudó vive en Turín, adonde ella va a verlo en raras ocasiones. Hace años que Francesca vive en París con su hija adolescente y con su marido, Benoît, un hombre de negocios de unos 60 años de edad, introvertido pero muy protector. A raíz de un infortunio doméstico, Manfredi, para poder pasar un poco de tiempo con su hija, le pedirá que participe en su lugar en el proyecto de una villa junto a un lago para una joven pareja de enamorados. Francesca se verá, así, colaborando con el “delfín” del padre, Massimo, un hombre de la edad de ella que ha dedicado toda su vida a la arquitectura y que mantiene con su compañera, Sandra, una relación basada en la autonomía y la independencia. Después de un primer acercamiento difícil, nace entre Massimo y Francesca una gran sintonía profesional y un sentimiento que, tal vez por primera vez para ellos, los llevará a enfrentarse consigo mismos y con sus destinos más auténticos.