1984: miles de africanos de 25 países afectados por el hambre se encuentran en campos en Sudán. A la iniciativa de Israel y los Estados Unidos, se lleva a cabo una extensa operación para llevar a millares de judíos etíopes hacia Israel. Una madre cristiana impulsa a su niño a declararse judío para escapa a la muerte y al hambre. El niño, declarado huérfano, es adoptado en Tel-Aviv y crece en el miedo que se descubra su mentira: ni judío, ni huérfano, solamente negro.