Atormentado por el carácter provisional de su empleo, Carlo se convierte en presa fácil de un ambiguo patrocinante que aprovechándose de su ingenuidad le brinda una inesperada ayuda económica. Su vida parece tomar el rumbo adecuado y Carlo puede finalmente satisfacer algunos caprichos. Una propuesta de inversión le hace pensar que podrá asegurarse un futuro tranquilo. Pero la inversión resultará una gran estafa y Carlo se dará cuenta de que cayó en la trampa de un usurero sin escrúpulos. Es inútil escapar e intentar desaparecer sus propias huellas: las amenazas constantes y las humillaciones a la familia lo llevarán a hacer algo extremo…