Antonio es un italiano de 40 años que trabaja desde hace varios años en Londres. Es simpático y gracioso, está casado con una italiana, tiene 2 hijos y su vida cotidiana está llena de rutina y trabajo. Le encanta apostar en cualquier cosa, desde los caballos hasta el fútbol, y aunque nunca gana no deja de apostar, al punto que los amigos lo han apodado “¡Mañana ganaré!”. Un día, Antonio se da cuenta de que lo persigue un hombre bien vestido y aparentemente rico. La persecución es cada vez más frecuente por lo que Antonio está cada vez más preocupado. Se lo cuenta a su esposa y a los amigos que, obviamente, se ríen de él. Un día decide confrontar al hombre para descubrir cuáles son sus intenciones, pero la respuesta del desconocido lo deja literalmente con la boca abierta: el desconocido afirma que persigue a Antonio porque está seguro de que un día lo asesinará.