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Arash T. Riahi • Director

"Por el respeto a los valores humanos"

por 

Conmovedora, poética, realista, divertida, comprometida, la versión de For a Moment, Freedom [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
del joven realizador de origen iraní Arash T. Riahi suscita emociones variadas y diversas, de la sonrisa a la cólera pasando por las lágrimas. Riahi, cuya familia fue a Austria en 1982, cuando tenía nueve años , logró realizar una película autobiográfica sobre el exilio, después del documental girado en 2006 Exile Family Movie.“Mi padre huyó de Irán después de haber sido torturado. Con 18 años, me interrogué sobre mi verdadera identidad y me di cuenta que debía perpetuar el compromiso de mis padres y dar a conocer del mundo la importancia del respeto de los valores humanos y la condición de los refugiados, de aquellos que huyen de su país porque ha dejado de ser una democracia”, declaró el autor a Cineuropa. Su película, ganadora del premio Zenith de oro de la mejor opera prima en Montreal y varios premios más (Zurich, Amazonas, Lecce), fue producida por la austriaca Wega Film y la francesa Les Films du Losange. Se estrenó en Austria y Francia en enero y saldrá próximamente en Alemania, pero merece sin duda alguna una mayor difusión.

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Cineuropa: Este proyecto le ha llevado cerca de siete años.
Arash T. Riahi: Comencé a escribirlo en 2000, pensando que era una buena idea contar una historia que conozco bien. Sólo una parte de la película es autobiográfica, el resto procede de historias que me contaron y de lo que vivió mi hermana.

For a Moment, Freedom narra en efecto la odisea de tres grupos diferentes de refugiados iraníes y kurdos, bloqueados en Ankara a la espera de una respuesta a la solicitud de asilo.
Quería narrar tres historias de tres personajes de edades y medios diferentes que se encuentran en la misma situación, hacer una película universal que va dirigida a cualquiera que está en búsqueda de libertad. Los refugiados son siempre “políticos”, pero estos personajes tienen distintos grados de compromiso político. Lo que los une es la voluntad de realizar sus sueños.

¿La situación delante de la entrada de los servicios a los refugiados de las Naciones Unidas tal como se describe en la película es real?
En comparación con la época en la cual llegué a Europa, hoy día es mucho más difícil para un refugiado ser acogido. Es necesario registrarse en la oficina del UNHCR de Ankara, Estambul o Van y, si se obtiene el estatuto de refugiado político, hay que esperar que te asignen un país de destino, según las cuotas. Y quizás se termina en un país diferente de aquel donde viven y te esperan tus parientes. Dos de los actores de la película son verdaderos refugiados; uno de ellos ha esperado diez años antes de que un país lo acepte.

¿Cómo se realizó el casting?
Solo la mitad de los actores son profesionales. La elección fue difícil; nos tomó más de un año y medio, viajando entre Berlín, Estocolmo, París, Londres, Viena, Leipzig y Frankfort. No hay muchos actores iraníes y naturalmente, si se regresa a Irán, es difícil actuar en una película que critica el régimen de Teherán. Tampoco era fácil comprender sus ideas políticas, y yo no quería a nadie de derechas en la película. Buscábamos a alguien que hablase persa sin acento, máximo veinte años, así como a tres niños entre cinco y siete años. Navid Akhavan es el primero que vino a la audición; por último, lo elegimos. Llegaron a continuación Fares Fares, actor libanés afincado en Suiza, una persona maravillosa, otros dos iraníes de Suiza, siete de Francia, así como Cengiz Bozkurt, que es una estrella en Turquía, tres iraníes de Inglaterra y por último Johannes Silberschneider y Michael Niavarani, que reside en Austria.

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