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Borys Lankosz • Directore

Gente ordinaria en una situación extraordinaria

por 

- Encuentro con la nueva estrella del cine polaco, un director que se ha formado en el documental y que ha decidido pasar a la ficción

Al principio realizador de documentales, Borys Lankosz obtuvo con Evolution el premio Golden Gate en el Festival de San Francisco de 2002 y el Silver Dragon del Festival de Cracovia. Este año también se ha llevado con Radegast el Silver Fenix del festival Jewish Motifs. The Reverse [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Agata Buzek - actriz
entrevista: Borys Lankosz
ficha de la película
]
, su primer largometraje de ficción, comienza su camino hacia el éxito.

Cineuropa: The Reverse es un título que puede ser interpretado de varias maneras. ¿Qué sentido tiene para ti?
Borys Lankosz: Prefiero no explicarlo y dejar conjeturar al espectador. El distribuidor eligió como lema publicitario la frase: “Todo tiene una segunda cara.” En efecto, presento otra mirada sobre la época estalinista, muestro la realidad desde el punto de vista femenino. Me gustan las películas sobre las mujeres y me parece que se han realizado muy pocas. Quise entonces dar esta perspectiva diferente. Pero la película es el relato, sobre todo, de una victoria espiritual, una historia de mujeres que deben luchar contra el mal que aparece en sus vidas y que se encuentran bajo presión. Es una especie de observación sobre la gente común y corriente en una situación extraordinaria.

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El título parece también sugerir la inversión de los modelos reconocidos más allá de creación, de los géneros, así como tu necesidad de hacer estallar la forma.
En efecto, quise que esta película permitiera al espectador jugar directamente con el cine en el cine. No hay citas directas y puntos evidentes de referencia en la película, pero este elemento del juego con las convenciones cinematográficas es muy importante. Adoro el cine que va un poco a contracorriente. Adoro todas las películas de Polanski al igual que las de Kubrick, Buñuel, Bergman…

Aunque la realidad de los años 50 esté reconstruida perfectamente gracias a los decorados, el maquillaje y el vestuario, la película no tiene nada de documental, yendo por momentos hasta la abstracción. Y los personajes son presentados como “héroes” entre comillas.
Esta inclinación por la abstracción es mi postura, soy plenamente consciente. No me gusta el cine de la realidad social, comprometido. El vestuario, los decorados, todo eso me da un sentimiento de libertad y me libera de la actualidad.

Se siente esta libertad: manejas fácilmente los géneros. Pero se ve también un trabajo muy disciplinado.
Sí, la película pasa a través de distintos géneros: el drama burgués, la farsa, la comedia negra… Fue un placer, todo estaba en el magnífico guión de Andrzej Bart. Tuve que tener mucho cuidado para no destruir este efecto… Por otra parte, es cierto, traté la historia seriamente: efectué investigaciones, leí mucho sobre la vida durante la época estalinista, vi muchas películas y crónicas cinematográficas…

El conjunto de estos elementos forma un verdadero rompecabezas para el espectador. Debes tener confianza en el público.
Juzgo al público como más inteligente de lo parece. Para mí, la cuestión de la responsabilidad hacia el espectador es esencial. Me siento antes que nada espectador y me interesa la satisfacción de quien me da dos horas de su tiempo en un cine. Hago lo posible para tener buenas historias y mostrarlas bien.

Hasta ahora has hecho documentales por todo el mundo. ¿Ha sido útil para tu primer trabajo de ficción?
Obviamente. Maduré gracias a mi trabajo en el documental. Viajé mucho, conocí mucha gente. Es primordial.

Hay quien te ve como líder de la nueva Escuela Polaca del Cine. ¿Cómo te ves en este papel?
Me siento un poco incómodo ante tales afirmaciones. Pero discutí recientemente con alguien que se acordaba de la época durante la cual la verdadera Escuela Polaca de Cine estaba formándose. Y los que en aquel momento estaban incumbidos no debían sentirse muy cómodos tampoco. Ahora, lo más importante para mí es preservar mi estabilidad y seguir sintiéndome tranquilo ante esta gran atención que me rodea.

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