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Ignasi Guardans • Director General del ICAA

“Gran parte del futuro del cine europeo pasa por la digitalización de las salas”

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Tras la tormenta desatada en noviembre por el bloqueo por parte de Bruselas de las ayudas al cine (leer más), llega la calma gracias a la ratificación emitida hace pocos días por el órgano comunitario (leer más). Para Ignasi Guardans, director general del ICAA, ahora lo que hay que hacer es “ponerse todos a trabajar y poner en práctica este sistema”. Finiquitado este espinoso asunto, Guardans, ha hablado con Cineuropa sobre la importancia de las coproducciones y los retos futuros del cine europeo y español en Roma, donde el pasado 3 de febrero se celebró el encuentro 'El futuro del cine europeo. Italia-España'.

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Cineuropa: ¿Cuál es el principal reto del cine europeo y español en estos momentos?
Ignasi Guardans: La digitalización de las salas, por delante de cualquier otro. Porque, si no lo hacemos bien, vamos a expulsar de nuestras salas todo el cine independiente y parte del europeo, ya que, si el proceso lo pagan sólo las majors norteamericanas, determinarán una cierta programación. Además, hay miles de salas en Europa y cientos en España que no podrán digitalizarse. Todo ello exige unas medidas públicas, no necesariamente de subvención, sino también de ayuda al crédito.
En España estamos un poco dormidos en este tema. Comparado con lo que ya se ha hecho en Francia, el Reino Unido, Alemania o Italia, en España no hay prácticamente ningún tipo de documento oficial que se ocupe de ello. Y eso constato que es algo muy serio que no me afecta sólo a mí como responsable del ICAA, sino también al Ministerio de Industria, a todos los ayuntamientos de España que tengan algún interés en la vida cultural de sus ciudades, a las Comunidades Autónomas y, dentro de ellas, a los responsables de Industria y Cultura. Y, o nos ponemos todos, o en España vamos a ver cerrar cientos de salas pronto, porque no tendrán acceso a los títulos. Antes o después, no sabemos cuándo, habrá un apagón cinematográfico.

¿Qué cambios provocará la digitalización en la industria cinematográfica española?
La digitalización es un cambio de modelo completo. Cambia totalmente la cadena de distribución. Abarata la distribución hasta llegar a convertir en algún caso al distribuidor en un agente de ventas. Si se distribuye por satélite, podría existir una relación casi directa entre productor y exhibidor. Tiene enormes ventajas, como permitir el subtitulado y la versión original, una calidad mucho mayor y convertir cada sala de cine en un centro de difusión cultural. Vamos hacia un cambio de modelo total y claro que desde el ICAA vamos a intentar liderarlo, en el sentido a hacer llamadas a la responsabilidad y poner propuestas sobre la mesa. Pero no lo va a hacer sólo el Ministerio de Cultura. Es algo así como el cambio climático del cine, que no toca sólo al Ministerio de Medio Ambiente, sino que nos toca a todos.

¿Cuál es la importancia de la coproducción para el cine europeo en general y el español en particular?
La cultura cinematográfica europea es tanto más fuerte en la medida en que sean fuertes las distintas cinematografías que la componen. El entrelazamiento, que en cine se llamaría coproducción, una mayor circulación de obras, un mayor enriquecimiento recíproco, un mayor cruce y trabajo en común, entre actores, directores, productores. Con todo eso solidificamos mucho mejor la cultura del cine en Europa. Hubo un tiempo en que eso era así. Hay que esforzarse en conocer mejor el cine de nuestros vecinos y, en algunos casos, trabajar juntos sin darnos siempre la espalda.

Algunos productores comentan la dificultad de armar una coproducción con otros países europeos que sea coherente y orgánica. ¿Cuál es su opinión?
Es verdad que las coproducciones tienen que ser naturales. No creo que en las coproducciones donde uno acaba metiendo dos actores de otro país para acceder a su financiación o rodando unos planos forzando el guión. Pero es cerrar los ojos a la realidad pensar que no hay historias comunes entre España e Italia, o Francia, u otros países. Es absurdo. Los problemas son absolutamente comunes. No soy guionista, pero basta plantearse lo que está pasando con la Camorra en la costa española para poder sacar fácilmente quince o veinte historias. O si pensamos en la presencia de jóvenes italianos estudiando en España y viceversa. No es verdad que no hay historias naturalmente comunes. Lo que hace falta es tener la creatividad para hacerlas y un marco jurídico estable que permita que esas coproducciones tengan lugar.

¿En qué medida es necesario mejorar la circulación de cine europeo dentro de nuestro continente?
La falta de circulación de obras cinematográficas europeas es uno de los graves problemas del cine europeo, porque genera un profundo desconocimiento de las obras y la cultura ajena y limita tremendamente las posibilidades de mercado. La coproducción en sí misma suaviza un poco ese problema porque una película coproducida es automáticamente de los dos países y, por tanto, tiene una entrada mucho más fácil en cualquiera de los dos mercados. Pero hacen falta políticas públicas que favorezcan esa distribución. Toda la red de Europa Cinemas del Programa MEDIA va en esa dirección, la ayuda a la distribución y la exhibición.
Hemos llegado a una situación rara. En la mayoría de estados europeos se consume cine norteamericano global y cine muy local. Y, en medio, nada, sólo muchas dificultades para ver el cine que están haciendo nuestros vecinos. Eso, para los que creemos en Europa y en la necesidad de ese intercambio entre todos nosotros, está mal

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