12/02/2010 - Cineuropa ha recogido las impresiones del director Pietro Marcello durante el Festival de Turín, donde La bocca del lupo se hizo con el premio a la mejor película y el Fipresci

Un hombre con corazón de niño y cuerpo de gigante. Una historia de violencia y amor que forma parte de una historia más grande, la de una ciudad marítima donde "la memoria está impresa en las piedras". La bocca del lupo [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Pietro Marcello
ficha de la película] es una película que regala profundas sensaciones a través de una fotografía que logra dar continuidad a las espléndidas imágenes de archivo de la botadura de barcos o la demolición de una ciudad que cambia.

Génova y la Fundación S. Marcellino
Pietro Marcello: "La película nace de una idea de la Fundación San Marcellino, los jesuitas de Génova, que desde hace años se ocupa de la comunidad de sin techo, marginados, vagabundos e indigentes de la ciudad. Habían visto mi anterior trabajo. La intención era hablar no de la actividad de la Fundación en sí sino de a quienes se dirige, las personas y la ciudad. He dedicado ocho meses a la preparación y observación del territorio. Antes de la película, no conocía bien Génova. Los únicos recuerdos que tenía se basaban en las descripciones de mi padre, que se embarcaba allí en sus tiempos de marinero. Durante toda su juventud, Génova era su ciudad ideal. Me hablaba siempre de su belleza, sus tiendas de casquería, de las que no queda ninguna, y su cielo. Una ciudad del norte que mira hacia el sur. La ciudad hoy día es completamente distinta de la que recordaba mi padre. Es una ciudad del norte que mira al sur, con todos los problemas de las ciudades septentrionales, empezando por la inmigración y la integración. Basta pensar en los callejones del centro histórico, poblados hoy día por extranjeros. Yo he conocido una Génova distinta, he vivido en una zona, la del “angiporto”, donde, como en la gran mayoría de ciudades del norte, el tejido social es cada vez más fino, donde la memoria está impresa en la piedras de Sottoripa".

La mirada
"He intentado narrar el presente que me rodea, los residuos de un mundo pasado, mientras que la nostalgia del siglo XX está representada a través de las imágenes de archivo, tomadas por aficionados o no, realizadas por genoveses de toda la vida. Mi mirada sobre el presente es la de un forastero que cuenta lo que ve por la ventana, mientras que la mirada sobre el pasado y sobre la Gran Historia está representada por los genoveses que, de modo silencioso, han conseguido narrarla a través de la lente de una cámara".

El encuentro con el protagonista Enzo Motta
"El encuentro con Enzo ha sido realmente singular. Yo acababa de salir de una panadería y me encuentré con este hombre, empezamos a charlar y me enseñó sus cicatrices de bala en la pierna. De esa conversación nació la idea de la película. A Mary la he conocido más tarde. Al principio era tímida y reticente a hablar conmigo, lo mismo que le pasaba a Enzo, que con el tiempo ganó confianza ante la cámara".

Historia pequeña, gran historia
"Esta película sigue dos historias, la principal, sobre el amor de Enzo y Mary, mientras que la gran historia es la de la ciudad de Génova, narrada a través de las imágenes de archivo de la Fundación Ansaldo y de grabaciones de aficionados, seleccionadas pacientemente por Sara Fgaier, auténticas depositarias de la esencia de Génova de esta película".

El guión
"El guión ha llegado después del montaje. No ha sido un proceso directo e independiente, sino que hemos llegado progresivamente a partir de la entrevista central".

La música
"La banda sonora es original y al final he escrito todas las letras. Han salido de un tirón, de modo instintivo, y sólo al final he introducido una cita de Franco Fortini. Soy un gran defensor del hipertexto, una libertad que permite el cine".