03/03/2010 - Ulla Wagner • Director Los matices de la pasión

“Mi estilo se basa en una cuidadosa observación de los detalles. Hay que contar una historia que es más que una simple acción y entonces funciona”. Ulla Wagner sabe lo que quiere. En sus películas, explora los matices del amor y la pasión sin caer en los clichés. Varias emociones distintas pueden apoderarse de un individuo, incluso varias al mismo tiempo. Mostrar este tipo de tensión en una escena puede suponer todo un reto, algo que Wagner ha logrado en todas sus obras hasta ahora. Todo depende de la dirección de actores, un aspecto que ha ejercido una profunda fascinación sobre ella desde el principio. “Al principio, quería presenciar la realización efectiva de una película. Fue el trabajo con los actores lo que me convenció de que esta era la carrera que quería seguir”.

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En aquella época, Wagner estaba aún a la búsqueda de su vocación y trabajó en varias posiciones dentro del cine tras completar sus estudios en la Universidad Free de Berlín, desde el casting a la escritura (en el departamento de series de la televisión SFB), desde la ayuda al director a los guiones. En 1989, recibió una ayuda del Screenplay Workshop Berlin, que cubrió sus gastos durante un año. En 1993, fue galardonada con un premio del Filmstiftung NRW por la adaptación de la novela infantil Wacholderzauber. Posteriormente, ha trabajado en varios programas infantiles para televisión pública WDR y ha realizado algunos documentales de corte ensayístico para Kunststuecke.

Casi siempre, Wagner se ha encargado de escribir los guiones de sus películas. “No estoy de acuerdo con la idea de que la versión número 18 de un guión, con el mayor número de autores implicados posible, sea necesariamente la mejor. Siempre me he visto como el clásico director-guionista”. Algo que se puede aplicar también a su primer largometraje. La historia de Anna - que se enfrenta a varios problemas, y no solo los relacionados con la pubertad, en un pueblo alemán durante los años 60 – no es autobiográfica, “pero tiene implicaciones personales”. Anna Wunder fue un gran paso adelante para Wagner. Esta coproducción de Pandora y C-Films fue vendida en varios territorios, tuvo un buen rendimiento en la taquilla e incluso fue estrenada en Japón.

Su siguiente trabajo fue la aclamada adaptación de un relato de Uwe Timm, que ha colaborado asimismo a la redacción del guión aunque renunciando desde el primer momento de encargarse por sí solo de la adaptación de un texto tan personal. “Tras las primeras reuniones, se mostró muy dispuesto a poner su texto en mis manos y a aceptar mi condición, que consistía en tener mano libre en la adaptación”. The Invention of Curried Sausage relata la historia de Lena, una mujer que se da cuenta de que su atractivo se está deteriorando y obtiene la que quizás sea su última oportunidad de vivir una vida completamente distinta, una fantasía de amor y pasión. Wagner realiza un magistral e inusual ejercicio de equilibrismo. La película no se deja llevar por el historicismo, ya que cada uno de los radicales cambios de época provocan la oportunidad de un nuevo inicio individual y cada pasión, por indecisa que sea, tiene consecuencias monumentales.

La actriz Barbara Sukowa hizo con esta película un aclamado regreso que se ganó el favor de crítica y público y le valió en 2008 al premio a la mejor actriz en el Festival de Cine del Mundo de Montreal, donde The Invention of Curried Sausage fue proyectada como parte de la presigiosa Sección Oficial en competición. Cuando se le pregunta cómo convenció a Sukowa para que aceptase el papel, Wagner dice: “Puedes hacerte con los mejores actores con un buen guión. Los actores quieren actuar y reconocen enseguida un buen papel”.

Wagner no se siente preparada para dar muchos detalles sobre sus próximos proyectos. Elige sus obras con mucho cuidado. “Quizás sea el momento para una película que no sea histórica pero que refleje mi estilo”. ¿Podría ser un guión escrito por otra persona? “Siempre es mejor si sabes qué historia quieres contar y escribes el guión de acuerdo a ello. Pero, por supuesto, no rechazaría un guión terminado su fuese bueno y me gustase”.