22/03/2010

Cineuropa: Wild Bunch ha vendido Habitación en Roma [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Julio Medem
ficha de la película] en muchos países. ¿Le sorprende este éxito?
Julio Medem: Sí, es algo realmente excepcional, porque se ha vendido mucho antes del estreno. Teníamos un montaje casi definitivo en junio-julio, que presentamos en el Festival de Venecia y en el American Film Market, donde fue adquirida por numerosos países de habla inglesa. Yo tenía cierto miedo, porque es la primera vez que ruedo en inglés y temía que no sólo no resultara comprensible, sino incluso cómoda de escuchar para un espectador angloparlante, pero no ha habido ningún problema en este aspecto y se ha vendido hasta en Japón, cuyo estreno no me pienso perder. Pero es, ciertamente, muy complicado prever algo así. Habitación en Roma es mi película mejor vendida en todo el mundo, junto aLucía y el sexo [+lee también:
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ficha de la película].

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¿Cuánto tiempo duró el rodaje?
Cuatro semanas en total y en video de alta definición. Ha sido el rodaje más sencillo de mi carrera. Excepto el principio y el final de la película, que están rodados en la Vía del Corso de Roma, el resto se filmó en un plató de Madrid, en una habitación por cuyas ventanas se veía el croma: los tejados romanos fueron añadimos en postproducción.

¿Por qué hacer un remake de la película chilena En la cama?
Fue un encargo de Álvaro Longoria, de Morena Films. Yo estaba preparando Aspasia, un proyecto muy grande, ambientado en la Atenas clásica, que espero rodar dentro de un año y del que sigo documentándome, pero surge hacer este remake de una película que me encanta pero que no he querido volver a ver ni siquiera en su versión teatral estrenada en Madrid. Tomé de la cinta original la anécdota de dos personas que se conocen una noche y se van juntas a un hotel, y decidí hacerla a mi manera, con dos mujeres: una rusa y una española. Aunque tengo una parte pequeña de la producción no he sufrido el desgaste de una película mía, al tratarse de una película de tránsito.

¿Y por qué localizar la acción en la capital italiana?
Porque estoy fascinado por la historia clásica, por esas ciudades con pasado, como Roma y Atenas, donde transcurrirá mi siguiente film. Me gustaba también que el hotel estuviera construido sobre ruinas, que fuera la noche más corta del año y que ese encuentro supusiera una convulsión para los personajes.

Las casi dos horas de duración del film transcurren en interiores...
Me gustó que fuera un reto en ese sentido, pues estoy muy acostumbrado a exteriores y rodajes en la naturaleza. También lo fue que las actrices estuvieran siempre desnudas y no sólo para hacer el amor, sino también que esa desnudez física no importase tanto mientras hablaban. Hubo que conseguir un ambiente especial en el plató y preparar mucho los personajes: ensayé un mes con cada actriz por separado y luego las junté en un bar, igual que sus personajes se encuentran en una cafetería de Roma. Son dos personas que de repente se gustan, da igual que sean dos mujeres o dos hombres, o una pareja heterosexual. Elena Anaya –el personaje español- estaba en el casting desde el principio y al ruso lo estuvimos buscando en Moscú y nos llegaron candidatas hasta desde Suecia. En principio elegí a una actriz rusa, pero su novio leyó el guión justo antes del rodaje y le impidió participar. Pero un amigo me presentó a Natasha Yarovenko, que además vivía en Barcelona, y vi de inmediato que ella era el personaje.

Dos extremos de Europa se juntan en Roma. ¿Algún simbolismo político en este aspecto?
No, la película es ligera, es eso y nada más. No hay densidad, es muy distinta a mis otras películas.

El film está dedicado a Polo Aledo.
Sí, él fue el montador de todas mis películas. Justo acabó Habitación en Roma y se fue, como todos los años, a dar unas clases a la escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba; allí falleció mientras hacía deporte.

.¿Cómo se siente ante el homenaje que le van a dar en Málaga?
Me encanta, pero aún me queda mucho por hacer: ahora mismo estoy en la mitad de mi carrera.