03/05/2010

Durante los últimos quince años Anneli Ahven ha trabajado en Exit Film, una de las productoras estonias más consagradas. Entre 2000 y 2002, hizo un curso de posgrado en producción cinematográfica en la Universidad de Hamburgo. Produjo el éxito nacional de taquilla Men at Arms, de 2005, y Shop of Dreams [+lee también:
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ficha de la película], seleccionada por Estonia para optar a los Oscar ese mismo año. También ha coproducido The Visitor [+lee también:
crítica
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ficha de la película], de Jukka Pekka Valkeapää.

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Cineuropa: ¿Cómo se siente al ser Producer on the Move en Cannes?
Anneli Ahven: Es una gran oportunidad para promover proyectos de Estonia. Ya he colaborado con antiguos Producers on the Move europeos, lo cual me da otra perspectiva a la hora de enfrentarme a futuras coproducciones. Espero de verdad encontrar nuevos socios y, para ser sinceros, también financiación internacional para mis proyectos.

Usted trabaja en Exit Film desde 1995. ¿Qué ha aprendido a lo largo de los años y cuáles son las películas de las que más orgullosa se siente?
El año que más cosas aprendí fue 2004 porque produje mis dos primeros largometrajes, casi al mismo tiempo: Shop of Dreams, de Peeter Urbla, y Men at Arms de Kaaren Kaer. El primero era una película «grande» para lo que son las producciones estonias; el segundo no tenía un presupuesto mayor de 100.000 euros. Estoy muy orgullosa de ambas.

Pero el proyecto más reconfortante fue el último que he hecho: Taarka [+lee también:
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ficha de la película], de Ain Mäeots, debido a su carácter etnográfico: mi propia familia es de origen seto, la etnia que aparece en la película. Para mí fue un honor, de alguna forma, producir la primera película de la historia sobre los setos. También acabé muy satisfecha con los documentales que se han estrenado hace un par de semanas en Estonia: Time is Here, de Marje Jurtsheko, y 7 Etudes in Pictures, de Marianne Kõrver.

Hay muy poco dinero para la producción en Estonia. ¿Cómo hace usted para mantenerse en la brecha?
No es fácil. Procuro trabajar en proyectos de diferente envergadura y ambición, desarrollar buenas historias para que cuando la economía se recupere pueda disponer de buenos guiones listos para la liza. Nosotros aceptamos de buen grado servicios externos de producción y nos gustaría seguir trabajando en nuestro campo, es decir, en el de hacer películas.

Tallín será la capital europea de la cultura en 2011. ¿Tienen preparado algo especial a este respecto?
Uno de los proyectos que entrará en fase de producción este otoño es Routine Repairs, de Hardi Volmer, una historia de amor que se desarrolla en la vieja Tallín durante el siglo pasado. Esta película tiene mucho que ver con que Tallín sea capital europea de la cultura en 2011 y con los últimos 100 años de su historia. Se trata de una lectura en clave humorística de la historia de Europa, con una chica estonia en medio de la función.

¿En qué otros proyectos está usted trabajando?
Tengo una pequeña y tierna película en fase de postproducción sobre la soledad y la amistad entre tres graciosos ancianos llamada A Friend of Mine, dirigida por Mart Kivastik. También estoy preparando la coproducción Demons, con Ain Mäeots en la dirección, con la que trataremos el tema del juego y los casinos desde el punto de vista de tres ludópatas distintos.

Por último, estoy trabajando en la financiación del nuevo proyecto de Peeter Urbla: Night Pilots. Muchos años después de la Segunda Guerra Mundial, un viejo avión de guerra todavía despega una vez a la semana de una isla rocosa del Ártico en cuya bahía permanece una bomba lista para ser detonada. La película se centra en la supervivencia de tres hombres bajo circunstancias extremas, que sobrevuelan Europa con el avión durante la noche. Hemos trabajado mucho tiempo en este proyecto y creo que finalmente la hora de esta historia ha llegado.