25/10/2010

La francesa Wild Bunch se ha convertido desde su creación en 2002 en una entidad imprescindible dentro de la industria cinematográfica europea. Durante los Encuentros Cinematográficos de Dijon, organizados por la ARP, Cineuropa entrevistó a su cofundador y actual director general, Brahim Chioua, para conocer la actualidad de su empresa.

Cineuropa: ¿Cuál es la estrategia de desarrollo de Wild Bunch?
Brahim Chioua: Nuestro modelo sigue siendo el de una empresa dedicada a la distribución, la coproducción, las ayudas a la financiación y el desarrollo europeo, dentro de los territorios en los que trabajamos: Francia (Wild Bunch Distribution, Wild Side y Filmo TV), Italia (Bim Distribuzione) y Alemania (Wild Bunch Germany/Central Film Verleih). En los Países Bajos y en Bélgica (Wild Bunch Benelux) solo tenemos acuerdos de distribución.

¿Por qué no se plantean estrenos simultáneos en esos tres mercados –Francia, Alemania e Italia–?
Porque no hacemos las mismas películas. En general, cada una está dirigida a su propio mercado y se estrenan de manera distinta. Evidentemente, enlazamos las campañas publicitarias, pero cada distribuidora las adapta y escoge unas fechas que no se corresponden con la elección ideal en los otros territorios. Un lanzamiento simultáneo sería la mejor opción en el caso de películas de género para las que el vídeo o el DVD son importantes o a las que afecta mucho la piratería, pero en general no se da el caso.

¿Qué opina del estado de salud de las salas de cine?
Hoy en día, las salas gozan de buena salud en todas partes en general, quizá mejor en Francia que en otros lugares. Creo que conservarán su especificidad. Son más bien las otras formas de ver películas las que cambian y evolucionan. Ahora no se dispone en las salas del mismo espacio para todo y, por ello, los demás métodos de difusión adquieren su importancia y la gestión actual de las ventanas de distribución no tiene por qué suponer el mejor sistema de consumo y de acceso al cine. Hay películas de las que no se distribuyen más que 10 o 15 copias y no son, por tanto, accesibles a la mayor parte del público; hay otras que no consiguen exhibirse en salas y que no reciben ayudas a la financiación por parte de las televisiones, ya que Canal + no compra todas las películas. Para esas obras, aunque no sea la prioridad, es importante este debate.

Entre los agentes de ventas internacionales, Wild Bunch parece haber sorteado mejor la crisis actual. ¿A qué se debe?
Somos una empresa sólida: tenemos una buena base y Vincent Maraval tiene a su cargo un equipo excepcional. Sin embargo, en lo que se refiere a nuestro catálogo y al acceso a los productos, no figuramos entre los que disponen de más medios. Capeamos bien el temporal, pero lo hemos pasado mal y, como todos, seguimos atravesando dificultades por la crisis financiera y por el mal estado de este negocio en todo el mundo, con los problemas que tienen varios territorios en lo que concierne a la financiación del cine.

¿Puede experimentar Wild Bunch en el futuro un crecimiento igual de rápido que desde su fundación?
En 2010 se ha frenado el crecimiento y el volumen total de negocios será inferior al del año pasado. Es la consecuencia de la crisis y de nuestro modo de obtener financiación: muchos fondos presentes en los mercados hace cuatro años ya no existen. Con todo, lo importante no es la gráfica del volumen de negocios, sino el beneficio neto. Al comenzar nuestra aventura, la pregunta era: «¿cómo poder hacer lo que más nos gusta?» Hay que encontrar los medios, sin cometer estupideces. Cuando me preguntan cómo va el negocio, mi respuesta favorita es: «sobrevivimos». En mi opinión, mientras podamos decir eso, todo va bien.