11/07/2012 - Olivier Père ha preparado un ambicioso programa en el que mezcla ensayos cinematográficos y películas más clásicas en su tercer año al frente del festival suizo

Sus dos primeras ediciones al frente del festival internacional de cine de Locarno fueron, sin duda, todo un éxito. En su tercera edición como director, el francés Olivier Père ha preparado un ambicioso programa en el que mezcla ensayos cinematográficos y películas más clásicas en las que drama y comedia se entremezclan.

Este año, el director Apichatpong Weerasethakul presidirá el jurado de Locarno. Desde su punto de vista, ¿cuáles son las características principales que debe presentar un jurado?
La composición de un jurado es muy importante. Es necesario encontrar grandes artistas o gente conocida, apreciada por el público y con notoriedad internacional. Aunque eso no es suficiente. Lo más importante de todo es que sean cinéfilos. Hay muchos artistas, a los que no voy a citar, que no son aficionados al cine, y mucho menos al cine de otros.

¿Con qué tipos de géneros se encontrará el público festivalero?
Este año hay todavía más mezcla de géneros. Hay un gran número de documentales y, más allá de eso, está lo que yo llamaré ensayo cinematográfico, es decir, películas que ponen en entredicho los límites entre ficción y documental, formas de narración clásica y formas más originales. En este género, encontraremos obras narrativas mucho más clásicas, más novelescas. Habrá historias fuertes o más o menos ligeras, y también encontraremos comedias.

¿Ha sido difícil cerrar la selección?
Todo lo contrario. Para la competición fue muy simple. Durante los dos años anteriores, hemos conseguido formar una comunidad cinematográfica y reforzar nuestra reputación en el ámbito internacional, lo que nos ha permitido convencer fácilmente a autores, algunos muy conocidos y otros menos, para que participen en el festival. Quizás este año había menos películas de los autores que yo esperaba o que conocía, a los que había seguido en su carrera. Por ello nos hemos lanzado a la aventura y hemos tenido la suerte de encontrarnos con obras y cineastas que nos han encantado. Creo que la competición en general está a un nivel muy alto, con una destacada presencia estadounidense.

¿Qué puede decirnos de los grandes acontecimientos de esta edición? Se hará un homenaje a Johnnie To…
Mantengo contacto con él y su cine desde hace algunos años. Ya le había invitado a Locarno, pero como rueda y produce hasta tres o cuatro películas al año, a veces incluso al mismo tiempo, era muy difícil que estuviese libre. Ahora parece haber frenado su ritmo de actividades y como tan solo hace una película al año, ha conseguido hacer un hueco para venir. También estoy contento de haber podido programar una retrospectiva de Otto Preminger, que sigue la línea de las que mostramos en 2010 y 2011: Ernst Lubitsch y Vincent Minelli. Podremos exhibir todas sus películas excepto una que se censuró hace mucho tiempo por cuestiones de derechos.

Se le ha dado mayor importancia a la sección Cineastas del presente. Tendrá una dotación mayor.
Sí, hay un premio más. Hemos decidido concentrar nuestro esfuerzo en esta sección para darle un valor especial frente a la competición internacional. El nuevo galardón se entregará al mejor director seleccionado entre los participantes en la sección Cineastas del presente. También nos hemos preocupado de reducir el número de películas: este año habrá trece o catorce, mientras que en competición habrá diecinueve o veinte.