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Åse Kleveland • Swedish Film Institute

Una noruega en Suecia

por 

- Encuentro con la directora del SFI, institución nórdica de ayuda al cine: “El cine sueco debe tener una presencia mayor en el ámbito europeo”

Al frente desde hace tres años del Instituto Sueco de Cine, Kleveland lo ha llevado, a pesar de momentos verdaderamente difíciles, a ser una de las instituciones nórdicas más importantes de la ayuda al cine y un socio activo en la política europea de cooperación. Aun así, Åse Kleveland mira hacia el futuro y tiene todavía muchos proyectos y desafíos por delante: para ella, que es noruega, la prioridad es que crezca y se fortalezca aún más la presencia del cine sueco en la Unión Europea.

Como directora del Instituto Sueco de Cine, ¿de cuáles resultados se siente más orgullosa? ¿Qué cambios importantes en el sector del cine sueco ha observado en estos últimos tres años?
“El resultado más importante que hemos obtenido ha sido revitalizar la organización y fortalecer su presencia, tanto frente a la industria como frente a la percepción del público. Hemos contribuido también a que el cine sueco sea más visible. Hoy, el Instituto Sueco del Cine es una de las instituciones principales en las ayudas al cine de los países nórdicos y se ha convertido, a través de varias iniciativas, en un socio activo de la política europea de cooperación”.
Las medidas de apoyo basadas en la afluencia de público que se aprobaron en el año 2000 pusieron a la industria sueca en graves problemas el año pasado. ¿Bastará, hasta que se firme un nuevo acuerdo cinematográfico, el paquete de urgencia que el gobierno puso a disposición del sector productivo en otoño pasado?
“El paquete de urgencia fue determinante para superar la crisis y pudimos así empezar a mirar hacia el futuro. Hay una falta de financiación en el cine sueco, y actualmente estamos analizando propuestas para distintas formas nuevas de financiación que se incluirán en el siguiente acuerdo cinematográfico. Nada nos hace pensar que el número de películas suecas que se estrenen en 2004 será superior al de 2003, lo que significa que nuestro nivel en 2003 rondará las 6 u 8 películas, un número inferior a la media”.

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¿Cuáles son los principales aspectos que usted pedirá al gobierno que tome en consideración antes de que se esboce el acuerdo del 2004?
“La financiación en Suecia tendría que aumentar en la misma medida en que ha aumentado en los países limítrofes. Hay dos alternativas para conseguirlo: aumentar los subsidios estatales o desarrollar más la estructura básica del acuerdo, lo que significaría que, en dondequiera que se proyecten las películas, con cualquier tipo de tecnología, los ingresos deberían dirigirse a la producción de nuevas películas”.

¿Qué hay que hacer para mantener el creciente éxito de las películas suecas, tanto en Suecia como en el extranjero?
“Debemos, antes que nada, producir más películas de calidad en distintos géneros. Luego, fortalecer nuestros apoyos para el desarrollo de proyectos, lo cual quiere decir invertir más en nuestra actividad de producción. Y, sin duda, crear una estrategia de promoción más fuerte y más centrada en nuestras películas en el extranjero”.

¿Cuáles serán en el futuro los desafíos del SFI en Suecia y en el mundo, y en particular en el ámbito europeo?
“El mayor desafío para el SFI es convencer a las autoridades suecas y europeas de que el cine, en países pequeños como el nuestro, debe recibir la misma atención que las demás expresiones artísticas, a pesar de su faceta comercial. Con las nuevas reglas que la UE analiza y las negociaciones del GATT, debemos evitar encontrarnos en una situación en la que nuestros gobiernos, en Bruselas, terminen por debilitar el cine europeo mediante una reglamentación no competitiva.
El otro desafío es convencer a la gente de que la imagen en movimiento es hoy tal vez el lenguaje más importante, y de que debemos desarrollar una educación cinematográfica en los niños y jóvenes. Como noruega, puedo decir que Suecia es líder mundial en la producción de películas para niños, aunque aún se puede hacer mucho más. El SFI debe asumir, sin embargo, un papel activo en este compromiso de educación cinematográfica durante el período escolar, algo que ya sucede en muchos países europeos. Ingmar Bergman, como Martin Scorsese, apoya fervientemente la conservación de los archivos cinematográficos. Estamos abriendo un nuevo camino en este campo. Ahora es el momento de trabajar en la distribución de las películas que hemos conservado, y para esto la tecnología del DVD, por ejemplo, puede ser muy útil”.

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