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Gianni Amelio • Director

Mi generación es la responsable de la precariedad de los jóvenes

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- El director italiano habla L'Intrepido, presentada a competición en Venecia, que ha dividido a la prensa especializada

Gianni Amelio • Director

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, de Gianni Amelio, segunda película italiana presentada a competición en Venecia, ha dividido a la prensa especializada. Entre otras cosas por su final chapliniano, excesivamente consolador. “Todos necesitamos algo que no nos deje un sabor amargo, una película que nos haga soñar al salir de la realidad”, se defiende el director. “Incluso en mis películas más dramáticas, siempre he intentado dar una luz de esperanza en las últimas escenas. Y aquí esta luz se adueña completamente de la situación”.

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Cineuropa ha hablado con Gianni Amelio y los protagonistas Antonio Abanese, Livia Rossi y Gabriele Rendina. “Mi personaje tiene mucha dignidad, trabaja con sus manos, como hacía yo de joven para mantenerme mientras estudiaba”, explica Albanese. “Siempre me ha interesado hablar de nuestra época de esta manera, con dulzura, incluso en los peores momentos”.

Desde luego, la historia habla del malestar de quien no tiene trabajo, ya sean más o menos jóvenes, con un tono oscuro. Según Amelio, “L'intrepido muestra la situación en la que estamos sin querer ser un documental, que para ello bastan los reportajes de televisión. Se trata de la experiencia de gente que conozco bien, de jóvenes. No queríamos ser simplemente una película de denuncia, sino que, a través de la ironía y el sarcasmo, hemos elegido un hombre cualquiera, Antonio Pane, y lo hemos convertido en un héroe cotidiano por sus elecciones y por la fuerza que cada día lo empuja a salir de casa y volver a empezar”.

Sobre la relación entre Antonio y su hijo Ivo: “Antonio intenta ponerse literalmente en la piel de su hijo, de ponerse físicamente en su lugar. Ya no bastan las palabras para dar ejemplo a los jóvenes. Se necesitan acciones, que son más importantes porque permanecen. En apariencia parece que ayuda a su hijo a solucionar su situación, pero en verdad es al revés”.

“Como representante de mi generación, me siento culpable. La mia es posiblemente la generación que peor ha hecho las cosas. ¿Qué mundo dejamos a quien hoy tiene veinte años? A pesar de todo, Antonio está menos cansado de vivir que dos veinteañeros, que carecen de cualquier tipo de esperanza”, explica el realizador.

Antonio se va de Italia para trabajar como minero en Albania. “Cuando se da cuenta de que el trabajo que en principio parecía más digno es en realidad el más sucio, escapa y se esconde bajo tierra”, comenta Amelio, “para volver a empezar, desde las profundidades”.

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(Traducción del italiano)

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