28/02/2013 - Cinergie ha quedado con Yvan Le Moine en el plató de su nueva película Rosenn

Yvan Le Moine nos recibió en plató uno de los últimos días de rodaje de su nueva película: Rosenn. [+lee también:
entrevista: Yvan Le Moine
ficha de la película] La película está rodada en el condado de Henao, en el Collège Notre-Dame de Bonne Espérance, en Vellereille-les-Brayeux (Bélgica). En esta abadía del siglo XII y conservada en su estado original, las aulas, los comedores y las salas comunes se distribuyen en torno al claustro. Coger todos los días el mismo camino o tocar las mismas baldosas que los Canónigos Premonstratenses no parecía impresionar a los cientos de adolescentes que frecuentaban los pasillos de la escuela. En la sala del comedor, decorada con frescos de escenas bíblicas, las camas de hierro blanco y cubiertas con sábanas amarillentas y sucias acogían a heridos de guerra con vendajes ensangrentados y voluminosas camisas de otra época. En una atmósfera cubierta de humo debido a los candiles, Hande Kodja – Rossenn, la heroína de la película – cuida a los soldados. Entre el rodaje de dos escenas, Yvan Le Moine responde a nuestras preguntas.

Cinergie: ¿Podría hablarnos sobre la película? Nos han contado que es una bonita historia de amor. Yvan Le Moine: ¡Es una horrible historia de amor! Hago creer que es una bonita historia de amor pero, de hecho, es el lado oscuro de los personajes lo que he querido resaltar. Es la historia de un escritor inglés, rico, famoso y excesivamente esquizofrénico. Desde el comienzo de la película, sabemos que no será un personaje clásico. Cuando se marcha de vacaciones a la isla de la Reunión, se propone seducir a la hija de su anfitrión, pero se enamora sinceramente de ella. La deja embarazada e intenta esconderla en las islas porque le ha mentido: ya está casado, ya tiene mujer. Tras confesárselo todo a su amante, le promete que se va a divorciar. La hace venir a su casita en Bélgica y la esconde de verdad. A medida que pasan los nueve meses de embarazo, él va a vivir realmente lo que se llama la decrepitud de la vida en pareja. En nueve meses va a vivir lo que una pareja vive normalmente después de 10, 20 o 30 años de vida en común. Ella se convierte en madre hasta el extremo y él no quiere verla así. Los demonios del hombre en la cincuentena lo atrapan. Tiene ganas de salir de nuevo, de vivir una vida de aventuras. Pero creo que lo que le asfixia realmente es la extraordinaria grandeza y calidad del alma de Rosenn.

C: ¿Demasiado fuerte para él? Y. L.M.: Sí, en otras palabras, ella es demasiado perfecta. Bueno, le hemos dado algunos defectos y el principal es la codicia. También puede ser maliciosa, sonriente, no es una buena hermana. Es una historia romántica, pero con dificultades al fin y al cabo y ese es el aspecto que nos interesa. Las buenas noticias o la felicidad no nos interesan demasiado. ¡Una película que solo fuera romántica pasaría muy rápido a ser “románticaburrida”!

C.: ¿En qué momento de la historia nos encontramos en esta escena que acaba de rodar? Y. L.M.: Prácticamente habéis visto la primera imagen siete años después de que ella lo haya abandonado. Va a estar en un hospital durante la Segunda Guerra Mundial para cuidar a los heridos. Allí, habéis presenciado el encuentro con un médico que parece divertido, guapo, extravagante, generoso, que no bebe, que no es celoso. Ella se siente atraída por él, pero teme que sea como el otro, el que la ha hecho sufrir. Lo que quiero que quede es la ambigüedad de la película. Desde luego, sea cual sea, una historia de amor bella nunca es simple. La más bella historia de amor siempre es, ineludiblemente, dramática.