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Ruben Amar, Lola Bessis • Directores

“Ahora nos sentimos más seguros sobre hacer cine”

por 

- Ruben Amar y Lola Bessis hablan sobre Swim Little Fish Swim, una mezcla de Nuovelle Vague y memblecore que se ha convertido en una sensación en el circuito de festivales

Ruben Amar, Lola Bessis  • Directores
Lola Bessis y Ruben Amar (© Festival International Films de Femmes de Créteil)

Tras pasar casi tres años en EE. UU. haciéndose un nombre en el mundo de los cortos, el director francés Ruben Amar ha unido sus fuerzas con su compatriota Lola Bessis para llevar a cabo su primer largo: una carta de amor a Nueva York, la metrópolis que ha inspirado a directores como John Cassavetes o Spike Lee. Esta relajada e intimista comedia de iniciación, tan deudora de estos grandes directores de los años 70 como de sus sucesores, los integrantes de la llamada escena mumblecore, se titula Swim Little Fish Swim [+lee también:
tráiler
entrevista: Ruben Amar, Lola Bessis
ficha de la película
]
 y se trata de una despedida semi-autobiográfica de sus autores a su gran musa cinematográfica.

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Cineuropa: ¿Por qué dos franceses se lanzan a hacer una película independiente americana?
Ruben Amar: Comenzó de una manera muy orgánica. Ambos somos grandes aficionados a las película ambientadas en Nueva York de los años 70 y 80, especialmente John Cassavetes y Spike Lee y durante nuestra estancia allí nos sentimos muy atraídos por al nueva escena independiente, este nuevo tipo de cine hecho casi con nada. Sólo nos quedaban seis meses en Nueva York cuando decidimos rodar una película sobre ello.

Lola Bessis: En realidad la película se inspira por lo que veíamos mientras vivíamos allí. Solíamos rodar todo con el móvil, cosas como escenas cotidianas que nos fascinaban. Así que en un momento dado vimos que había tantas buenas películas hechas casi sin dinero que decidimos que también nosotros lo podíamos hacer. Teníamos un problema de visado y teníamos que volver a Francia, así que sólo teníamos cinco meses para hacer todo, desde la preproducción a el rodaje. Decidimos que la historia fuese mínima, algo que pudiésemos construir en torno a los actores. 

El tema de los artistas al borde de la edad adulta parece casi autobiográfica.
RA: Sí, es una historia de iniciación a la que nos sentimos especialmente cercanos, porque mientras hacíamos la película nos estábamos haciendo muchas preguntas sobre nuestra decisión de ser directores, todo este gastos de dinero.

LB: Sí, qué tipo de carrera quieres y qué estilo de vida esperas poder tener. Esas eran las preguntas que nos hacíamos y ambos estábamos en una fase entre la infancia y la edad adulta, sobre tomar responsabilidades y demás. 

¿Haber realizado esta película y su recorrido por los festivales os han hecho sentir más seguros sobre vuestro futuro?
RA: Probablemente nos sentimos más seguros ahora porque ha sido como un colegio, repleto de experiencias y cosas muy complicadas. Ahora nos sentimos más cómodos con nuestras historias, por ejemplo con los “qués” y los “cómos” de la narración. 

LB: Sí, hemos aprendido mucho, sobre la dirección de actores, cómo producir una película, cómo financiarla, y demás. Al mismo tiempo, nos ha abierto muchas puertas, ahora tenemos muchos contactos, hay muchos productores interesados en nuestro próximo proyecto. Así que sí que nos sentimos más seguros, aunque es un trabajo del que nunca puedes estar del todo seguro.

La película tuvo su estreno en el festival SXSW antes de su estreno europeo en Rotterdam. Luego ha pasado por docenas de festivales de todo el mundo. ¿La reacción del público es distinta?
RA: Desde luego que sí. Los americanos son muy exagerados con todo... 

LB: Sí, se ríen todo el rato, aunque no sea divertido...

RA: …Lo cual es divertido para nosotros, pero al final no sabes si realmente les ha gustado o no.

LB: Cuando la presentamos en Europa, siempre es raro ya que el público europeo no tiene demasiadas reacciones. Sobre todo en Rotterdam y en el norte de Europa, no hacen nada, es un silencio total, pero no significa que no les guste, porque luego salen y dicen “oh, me ha encantado, me ha emocionado”. Simplemente no lo notas en el cine.

RA: Aparte de eso, es una cuestión de tolerancia, creo. En EE. UU. no tienden a juzgar tanto como nosotros, aceptan lo que ven y hablan de ellos así como es. Podrían cuestionarte, pero no de una manera agresiva. En Europa el público es mucho más directo.

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(Traducción del inglés)

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