18/03/2015 - Hablamos con la directora bosnia Aida Begić, invitada del Bergamo Film Meeting

Aida Begić, invitada del Bergamo Film Meeting, habla de una Sarajevo en stand-by que aún espera su futuro pero que, al mismo tiempo, es el espacio donde proyecta de manera optimista una película que cuenta una historia de amor bosnia. Su primer largometraje, Snow [+lee también:
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ficha de la película] (2008), se adjudicó el Gran Premio durante la Semana de la Crítica en Cannes en el 2008 y fue nominado a los Premios del Cine Europeo como revelación europea. En 2012, con Children of Sarajevo [+lee también:
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entrevista: Aida Begić
ficha de la película], obtuvo la mención especial del jurado en la sección Un Certain Regard también en Cannes. En 2014 participó en el film colectivo The Bridges of Sarajevo [+lee también:
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ficha de la película], el proyecto artístico de Jean-Michel Frodon firmado por trece cineastas europeos, presentado fuera de concurso en Cannes.

Cineuropa: El cine bosnio estuvo muy bien representado en los últimos años por Jasmila Žbanić y Danis Tanović. ¿Cómo es la situación hoy?
Aida Begić: Hoy es bastante horrible dirigir en Bosnia. Sólo hay un recurso, cerca de un millón de euros para dividir entre pequeñas producciones y óperas primas, todo delegado al entusiasmo de los directores. Tenemos muchas historias para contar pero se necesitan cinco años para armar un proyecto. Implica mucho esfuerzo; nuestra generación pudo realizar algunas películas, pero siempre son menos los jóvenes que se acercan a este oficio. Intento ser optimista, pero estoy cansada. 

En Children of Sarajevo estaba presente la idea de reconstruir algo todos juntos…
Percibo a Sarajevo como si se hubiese detenido, donde está todo quieto, como una ciudad que espera algo, probablemente su futuro. La gente se siente dentro de una prisión. En veinte años no se salió del limbo, todos están aprisionados en el pasado.

En tus películas, las mujeres parecen cargar sobre sus espaldas los destinos de poblaciones enteras. ¿Sientes que te asemejas a estas protagonistas?
Hasta hace algún tiempo estaban muy arraigados los estereotipos masculinos, por ejemplo, el director muy duro que grita en el set. Ahora existe una realidad multidimensional: muchas mujeres trabajan en el cine ocupando varios roles y así llegamos a cambiar el carácter del cine, dando importancia al rol femenino. En realidad, en Bosnia existía esta situación cultural paradójica, una sociedad patriarcal donde las mujeres gobiernan en la casa. Hoy, las mujeres trabajan y se ocupan de los hijos, esto significa que debieron dar un salto y sumergirse en esta nueva idea de sociedad.

¿Cuál es tu próximo proyecto?
Mi próxima película llevará como título A Ballad y estará ambientada en una Bosnia y Herzegovina post-apocalíptica. Será una historia de amor, donde mito y realidad se entrelazan. Estará coproducida por Les Films de l'Après-midi.

(Traducción del italiano)