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Florence Gastaud • Delegada general de la ARP

"Hay que reinventar la ventana televisiva"

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- Florence Gastaud, delegada general de la ARP, se pronuncia sobre los debates del presente y el futuro de la industria del cine en Francia

Florence Gastaud  • Delegada general de la ARP

Cineuropa se entrevista con Florence Gastaud, delegada general de la ARP (asociación de directores, productores y guionistas de Francia), una de las organizaciones profesionales más influyentes del cine francés, a pocos días de la 25ª edición de los Encuentros Cinematográficos de Dijon (22-24 de octubre), que estarán presididos por Jacques Audiard.

Cineuropa: La prefinanciación del cine francés depende de la buena salud de las cadenas televisivas, que experimentan profundas mutaciones. ¿Es esto una fuente de inquietud?
Florence Gastaud: Tenemos nuevos interlocutores en los grandes grupos audiovisuales: Vincent Bolloré en Canal+, Delphine Ernotte en France Télévisions, y en algunos meses Nonce Paolini será sustituido en TF1. Esperamos conocer pronto cuál es la visión y la política cinematográfica de estos nuevos dirigentes. Pero también es el momento de mostrárles que el cine puede ser el aliado de un nuevo desarrollo de las cadenas. A nosotros nos interesa que a las cadenas les vaya bien. Por otra parte, también están, evidentemente, las cuestiones económicas. De momento, si hay reducciones en la prefinanciación, serán de un calado manejable, pero todo depende de lo que pase en los próximos cinco años. Como las obligaciones de financiación dependen del volumen de negocios de las cadenas, estamos, efectivamente, un poco inquietos.

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¿Cuáles podrían ser los nuevos motores de crecimiento del sector?
Por ahora no hay ningún mercado emergente, ni medios que aparezcan y salven a los demás. Pero este es precisamente el momento de reflexionar sobre qué derechos se le dan a las cadenas. Hoy en día, en resumen, la relación entre la televisión y el cine es un porcentaje del volumen de negocios que da derecho a la difusión televisiva. Así pues, los grupos audiovisuales se han convertido en grandes grupos de varias cadenas. ¿No deberían depender las obligaciones de estos grupos, y no de las cadenas? Porque si las cadenas de la TNT no tienen un volumen de negocios suficientemente grande como para financiar películas, seguro que se podría asegurar financiación a algún nivel si razonáramos a la escala de los grupos, permitiéndoles además una mayor libertad de difusión de las películas en el conjunto de sus canales. A nosotros nos interesa que estos grupos estén fuertes; algunos tienen el potencial de convertirse en grandes grupos mediáticos europeos. Nuestras obligaciones no deberían lastrarles, sino participar de su dinámica. Así pues, si les damos más libertad para difundir nuestras películas, financiarlas será más interesante para ellos.

Según algunos distribuidores, el VoD no es nada rentable.
En los últimos años, se ha hablado mucho de financiación. Es cierto que es un tema inquietante y que hay que plantearse algunas cosas, pero no se tiene en cuenta el lazo que une la financiación y la exhibición. Se olvida que lo primero es mostrar el cine. Cuanto más difícil sea ver cine, menos valor tendrá. Cuando se organizó la cronología de los medios, era al contrario: la inaccesibilidad de la obra era lo que le daba valor, jugando con el suspense de la espera previa al estreno. Hoy en día, con internet, la espera ya no es la misma, y que la obra no esté disponible le hace mal. Hay que exhibir las películas más, por todos los canales, desde que se pueda. Nosotros entendemos que un distribuidor diga que no le parece rentable el VoD, pero a fuerza de decirlo, ya no se ve otra cosa que series distribuidas por VoD; el cine está cediendo terreno, y esto sucede porque ponemos trabas a la exhibición de nuestras obras. Pensamos que es mejor re-exhibir. El mercado del VoD está todavía en fase de desarrollo, pero yo creo que nunca llegará al nivel del vídeo físico. No hay que considerarlo por motivos económicos, sino porque es un medio de exhibir nuestras obras. Según esa lógica, como el VoD no es rentable, también habría que sentarse a negociar con las cadenas, porque la ventana televisiva hay que reinventarla. Las televisiones todavía tienen un enorme poder prescriptivo. 5 millones de espectadores es una buena audiencia para una película, y si encima de eso hay 500.000 personas haciendo clic... Igual habría que considerar que las cadenas tuvieran algunos derechos para el VoD.

En cuanto a la sala, el número de copias relativamente desproporcionado de algunas películas da que pensar.
La gente dice que hay muchas películas, pero matemáticamente, el número de pantallas es suficiente para el número de películas. En algunos tipos de film, hay una fortísima inflación en la planificación del estreno. No hablo tanto de los blockbusters, sino del cine de autor. Parece que los distribuidores se dicen, "hay 15 días de exhibición, así que trabajo durante 15 días", y en marketing pasa lo mismo, y todo esto aumenta muchísimo los costes de edición. Evidentemente, este planteamiento les hace daño a las películas, atomiza las entradas y nos hace razonar en un marco de tiempo demasiado corto y rápido. Creemos que es necesario apostar por los acuerdos de programación entre los distribuidores y las salas, y quizás definiendo ciertas zonas geográficas de acción, porque una zona de alta concurrencia y densidad como París no funcionará igual que un desierto cinematográfico. Una mejor distribución de las copias debería permitir trabajar las películas más en profundidad. Este es uno de los sectores más difíciles de movilizar, porque hay unos usos y costumbres muy arraigados en programación, pero todo el mundo siente que hemos llegado al final de una era, y que hay un problema en la distribución de las películas. Poco a poco, la gente está tomando consciencia, y las cosas van a cambiar.

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(Traducción del francés)

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