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Álvaro Longoria • Director

“Tuve la constante sensación de que estaba siendo manipulado”

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- El director español Álvaro Longoria habla sobre su acceso quizá sin precedentes a Corea del Norte, que le permitió conseguir en The Propaganda Game

Álvaro Longoria • Director

Tras haberse proyectado en festivales como el 63o Festival de San Sebastián y en plena distribución en Reino Unido, de la mano de Metrodome, el documental sobre Corea del Norte de Álvaro Longoria, The Propaganda Game [+lee también:
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, parece ciertamente estar disfrutando de un buen éxito. La nueva película del experimentado director de documentales –ganador de un Goya gracias a su anterior obra, seleccionada en la Berlinale, Hijos de las nubes [+lee también:
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– las tiene todas para conectar con el público al que le interesa saber más sobre la vida bajo el liderazgo de Kim Jong-un.

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Cineuropa: ¿Qué te hizo querer hacer esta película?
Álvaro Longoria:
Durante muchos años me interesó Corea del Norte. Como productor, trabajé en un buen número de documentales que se han concentrado explícitamente en personajes políticos, y siempre ha sido uno de mis mayores intereses.

Durante muchos años estuve intentando acceder a Corea del Norte, pero nunca conseguí llegar a ninguna parte hasta ahora. Es, realmente, un país muy hermético. Es muy difícil entrar en él. Así que imagina lo difícil que es ir tan lejos como para hablarle a alguien. Sin embargo, esto me fascinaba muchísimo. Es quizá una especie de nostalgia de este tipo de sistema perdido, estos sistemas comunistas e idealistas. Creo que el hecho de que representa un sistema casi extinto es parte de lo que hace el país tan atractivo.

¿Así que es esa nostalgia algo político?
No, no, en absoluto. Soy más como un historiador, diría yo. Suelo mirar hacia las cosas desde un punto de vista más histórico, y creo realmente que Corea del Norte está haciendo historia. En unos diez años, la gente podrá ver esta película y ver cómo era la vida en la región, y espero que el país no esté en el mismo estado que está ahora.

No obstante, no tengo una preferencia política muy clara. Creo que tiendo a cambiar, tanto a la izquierda como a la derecha. Pero definitivamente, no soy un comunista, aunque encuentre ese sistema muy interesante.

Parece que tu película también se interesa a menudo en analizar la propaganda occidental alrededor de Corea del Norte…
Creo que eso fue simplemente algo orgánico, porque cuando me preparaba para la película leí muchos artículos y entrevisté a mucha gente, e incluso ahí tuve la constante sensación de que estaba siendo manipulado. Incluso recibí visitas de la embajada de Corea del Sur, que venían a verme cargados de libros. Sabían lo que planeaba hacer, y me pedían que leyera los libros y que estuviera al corriente de los hechos descritos en ellos. Este tipo de control acabó volviéndose muy obvio para mí.

Pero después lo que también me sorprendió mucho fue que muchas de las noticias no eran reales. Al final, me preguntaba a mí mismo qué estaba pasando, porque era algo bastante poco habitual. No es normal encontrar que la CNN o la Fox u otras emisoras hayan dicho cosas que luego demuestran ser falsas. Eso me llevó a empezar a analizar todo, y me di cuenta de que hay mucha propaganda también aquí.

Así que mi película es básicamente sobre esa propaganda, porque durante el proceso creativo empecé a darme cuenta de que nunca sería capaz de entender la situación por completo o encontrar las respuestas que quería.

Eso parece un lugar interesante en el que colocar a un documental, ya que el género va muy a menudo de establecer verdades...
Para mí, esta fue la verdadera tesis de la película. Vale, te van a contar una verdad, y puedes creértela, pero alguien te contará lo contrario y también puedes creerte eso. Así que, al final del día, todo depende de ti. Cada persona tiene que decidir por sí misma. Quise hacer de eso un punto fuerte de mi película.

Nunca intento decir cómo son las cosas, siempre pido al público que decida él mismo, porque eso es exactamente lo contrario a la propaganda. La propaganda siempre le dice a su público lo que tiene que sentir y pensar. En vez de eso, mi meta era hacerle reflexionar: “vale, tendré que pensar dos veces la próxima vez que asuma que estas cosas que se escuchan sobre Corea del Norte son reales”. Quizá lo que nos dicen no son verdades. Tenemos que pensar sobre ello, porque quizá están jugando con nosotros. 

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(Traducción del inglés)

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