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Erik Skjoldbjærg • Director

"¿Cómo vivir fuera de la norma en un marco predefinido que implícitamente te excluye?"

por 

- El director noruego Erik Skjoldbjærg se inspiró en una novela del escritor noruego Gaute Heivoll para hacer su último largometraje, Pyromaniac

Erik Skjoldbjærg • Director
(© Festival de Cinéma Européen des Arcs / Pidz.com)

Erik Skjoldbjærg, uno de los directores noruegos más conocidos y reconocidos, originario de Tromsø e instalado en Oslo desde que acabó sus estudios de cine en Londres, se labró un nombre a escala internacional con obras como Pioneer [+lee también:
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(2013), Nokas [+lee también:
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, premiada en 2011 en el festival de Arras, o Insomnia (1997), de la que Christopher Nolan hizo un remake, así como gracias a la serie de televisión Occupied, concebida por Jo Nesbø. Su nuevo largometraje, Pyromaniac [+lee también:
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, se inspira en una novela de su compatriota Gaute Heivoll que cosechó un éxito inmediato desde su lanzamiento en 2010: Før jeg brenner ned.

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Cineuropa: ¿Por qué ha optado por no mantener el título del libro original? 
Erik Skjoldbjærg
: No quería un título poético; quería una pequeña tarjeta de identidad que enviase una señal simple y directa, dejando que la poesía encontrara su lugar en la propia película. Me gustan los títulos cortos, fáciles de recordar, con los que mantenemos una relación de inmediatez. Pyromaniac es el resultado de mi interpretación del libro y de los hechos que ocurrieron realmente, una serie de incendios voluntarios en 1978. Llevé a cabo mi propia investigación sobre el asunto. Rodamos la película en el sur de Noruega, en la misma zona en que tuvieron lugar los acontecimientos. Entre los figurantes, había testigos de la época. Es difícil cuando un libro de éxito habla de hechos de los que hemos sido testigos y hay que distinguir entre lo que hemos leído y lo que hemos vivido. Tendemos a mezclar la ficción y la realidad. Gaute Heivoll aceptó que Bjørn Olaf Johannessen, el guionista, y yo hiciéramos hincapié en lo que nos parecía importante en su libro y en ocasiones asistió a las sesiones de rodaje.

El espectador conoce al culpable desde el principio.
Es cierto. La narración es subjetiva, por lo que no hay suspense sobre la identidad del pirómano, al que acompañamos a lo largo de la película. Hay diálogos pero no hay narrador fuera de campo. Pyromaniac propone un triple retrato: por un lado, el de un hombre joven, no un monstruo sino un ser humano cuyas motivaciones nos resultan extrañas; por otro, el de una familia, y, por último, el de un pueblo, el de una comunidad rural que por falta de coraje, por ceguera, se niega a admitir que el culpable pueda ser uno de ellos. Preferirían que hubiera sido alguien de fuera. En esta pequeña sociedad pueblerina, cada cual trata de parecerse al vecino, conformarse lo mejor posible dentro de unos códigos idénticos. ¿Cómo se puede vivir de forma diferente, fuera de toda norma, en un marco predefinido que implícitamente te excluye de partida?

¿Se trata de un tema principal en su película?
En efecto. En un entorno en apariencia armonioso, a veces un elemento perturbador, incluso destructor, puede resultar en una mala hierba. Nadie sabe de dónde viene pero uno se da cuenta de que está ahí. Es todo un misterio.

Trond Nilssen interpreta al personaje principal.
Sí. Tiene un talento natural y no tiene formación de actor. Con él trabajé por instinto, intuitivamente, empleando su memoria afectiva, dejando que sus experiencias pasadas pudieran ser elementos susceptibles de desencadenar emociones. Me pareció preferible hacer este trabajo de condicionamiento algunos minutos antes de cada toma, sin largas preparaciones previas. Creo que su sorprendente presencia va a impresionar a más de uno.

Por necesidades de la película, se dice que tuvo que quemar diez casas. ¿Era necesario?
La historia lo exigía. El fuego es un elemento orgánico muy vivo. Los efectos especiales no habrían bastado para dar cuenta de esto, así que, mediante algunos pequeños anuncios, buscamos propietarios dispuestos a ver arder sus casas.

Algo difícil, sin duda.
La verdad es que no. Varias personas aprovecharon la oportunidad para construir una casa hermosa y nueva. Además, quemar casas de verdad resultó ser menos oneroso que otros métodos previstos.

Los colores de ciertas escenas pueden hacer recordar la pintura de Turner.
Es posible pero no me inspiró especialmente. En cualquier caso, es verdad que cuidamos especialmente la luz y, Gösta Reiland, el director de fotografía, y yo decidimos rodar varias escenas largas y a la hora del crepúsculo, que tan bonito es en Noruega. Un rodaje es algo apasionante.

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(Traducción del francés)

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