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Patric Jean • Director

“Yo hago un cine militante”

por 

- Inmigración, racismo y delincuencia en La raison du plus fort, un nuevo documental del director francés que indaga en las desigualdades sociales

Entrevista vídeo

En la sección dedicada a los documentales franceses estuvo presente, entre otras, la película de Patric Jean, La raison du plus fort. El cine de Jean es un cine militante que muestra las desigualdades sociales producidas por el sistema económico y judicial europeo. Ambientada en Francia y Bélgica, la película expone realidades que muchos quisieran mantener ocultas. Hemos hablado con el director acerca de su documental.

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¿Qué lo ha animado a ocuparse de inmigración, racismo y delincuencia?
“Yo hago un cine militante y me interesa indagar en las desigualdades sociales y en sus consecuencias. La inmigración, la delincuencia y el racismo son precisamente los resultados degenerados de un sistema económico, político y judicial que han creado los países occidentales, no sólo Francia y Bélgica. En el caso de La raison du plus fort todo comenzó cuando leí un informe del Ministerio de Justicia francés que relacionaba la inmigración con el fenómeno de la delincuencia. Quise indagar sobre los motivos de este nexo, sobre las razones para que sucedan ciertos acontecimientos y sobre el motivo para que en los tribunales de justicia y en el mundo laboral se hayan creado desigualdades y disparidades que cada vez son mayores. Tengo que precisar, sin embargo, que los protagonistas de mi película no son los inmigrantes. Son más bien los ciudadanos hijos de inmigrantes que hoy son franceses de todo derecho y que siguen sufriendo discriminaciones.”

¿Cuánto duró la preparación del documental?
“Estudié durante dos años, leyendo libros de sociología y visitando lugares para conocer de cerca la situación. En esta larga fase mi único objetivo era entender, no era encontrar situaciones que pudiera luego rodar. Después de esta primera fase comencé el rodaje, que duró 14 semanas. Durante el rodaje todo fue relativamente sencillo. Como tenía mucho tiempo para hacerlo, podía esperar siempre el momento apropiado para grabar algo que me pareciera significativo, como, por ejemplo, cuando de manera imprevista durante una tomas en una cárcel, un detenido intentó suicidarse. En esa ocasión, mantuve una distancia prudente por respeto, pero al mismo tiempo rodé planos con el fin de mostrar las injusticias y el dramatismo de la vida carcelaria”.

Dada la naturaleza delicada del tema, ¿qué tipo de dificultades de realización y producción tuvo que afrontar?
“Ciertamente, no es sencillo producir un documental de este tipo. Si pensamos en Philibert y en su Être et avoir, las cosas son relativamente más sencillas. Su película tiene contenidos positivos. En mi caso, propongo realidades que muchos querrían mantener alejadas o no tratarlas en ningún caso. De todas formas, la película se ha transmitido en ARTE y en general hay espacios en los que te puedes expresar con libertad. He llegado a la conclusión de que el sistema dominante tiene grietas en su estructura. No debemos pensar que el poder político, económico y judicial es monolítico. En los tribunales y en las cárceles hay personas dispuestas a combatir contra el sistema desde dentro. Y fue también gracias a estas personas que pude realizar el documental, entrando en sitios que generalmente parecen impenetrables.”

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