email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Claude François • Director

"Grabé esos cuadros por placer"

por 

- Encuentro con el director de documentales belga Claude François para hablar de su última película, Le Pavillon des Douze

Claude François • Director

Figura emblemática en el campo de los documentales sobre arte, Claude François, cuenta con más de una película a sus espaldas. Desde Le Palais des Merveilles en 1981 hasta Désordre alphabétique en 2012, pasando por Charles et Félicien en 1994. A día de hoy se embarca en una nueva aventura, algo atrevida, pero sobre todo muy poética: Le Pavillon des Douze [+lee también:
tráiler
entrevista: Claude François
ficha de la película
]
. Un lugar íntimo (e imaginario) donde se encuentran una docena de obras pictóricas entregadas por diversos museos de la Federación Valonia-Bruselas. El objetivo no es crear una historia del arte belga, sino presentar estas obras, que combinan épocas y estilos, bajo un ángulo personal y original. Claude François no ha trabajado solo: se ha rodeado de un grupo de poetas belgas francófonos que comentan cada una de las obras. Un caleidoscopio de voces e imágenes en el que el espectador se sumerge sutilmente.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cinergie: En esta película no has seguido una temática, sino múltiples temas. ¿Cómo los has escogido?
Claude François: Me he dejado llevar por los pálpitos. Me gustaba ir a los museos, observar los cuadros y quedarme con aquellos de épocas y estilos distintos. La única presión era escoger en museos de Valonia-Bruselas. Normalmente, en las películas sobre arte existe una temática: un artista, una obra, una corriente o un tema en concreto. Sin embargo, aquí he reunido cuadros muy distintos entre sí en un museo personal que he llamado el Pavillon des Douze (el pabellón de los doce).

¿Un sueño de coleccionista?
Más cómodo que un sueño de coleccionista, ya que no tengo que preocuparme por guardarlos o conservarlos. Un museo así está al alcance de todos. Yo soy director, por tanto los reúno en una película.

¿Cómo has realizado la selección?
Tuve mucha suerte, porque había museos que no conocía o conocía poco. En estos museos, los conservadores me guiaron y pude entonces descubrir a pintores que ignoraba. Fui con las ideas preconcebidas, pensando que iba a escoger a tal pintor en lugar de al otro. En Charleroi, por ejemplo, quería escoger a un pintor conocido como Paulus, que pintaba la región de Borinage, pero la conservadora me mostró a una pintora, Gilberte Dumont. En Mons sucedió algo parecido, el conservador me enseñó dos cuadros que no conocía, dos cuadros totalmente diferentes, así fue como escogí un anónimo del siglo XVI. En Lieja, me decanté por Le terril de Cécile Douard mientras me paseaba por las salas.
El cuadro de Théo Van Rysselberghe, Les filles du peintre Schlobach, lo había descubierto hace mucho tiempo mediante el montaje de una película anterior, Charles et Félicien, sobre Baudelaire y Rops. Este cuadro estuvo expuesto en la Boviere, en Lieja y desde entonces me ha seguido. También había descubierto el cuadro de Léon Frédéric hacía mucho tiempo, me parecía muy extraño, yo ya había hecho un corto sobre un tríptico de Léon Frédéric, Les marchands de craie, un cuadro muy realista en comparación a este. Es un pintor por el que siento debilidad. Tiene asimismo algunos cuadros simbolistas delirantes. Sin embargo, no había ninguna voluntad histórica por mi parte. Grabé esos cuadros por placer, era también un modo de observarlos un poco mejor y de permitir a los espectadores verlos de otro modo y bajo un enfoque visual particular.

Otra particularidad de la película es haber pedido a los artistas que escribieran sobre los cuadros.
Pierre Puttemans es amigo mío desde hace mucho tiempo y fue él el primero en proponerme escribir un texto original. También me aconsejó enérgicamente a Claude Bauwens de quien solo conocía una recopilación editada hacía mucho por Daily-Bul. De Guy Goffette ya había leído muchas de sus recopilaciones de poemas, ensayos y novelas, y por ello quería que participara en la película. André Stas me recomendó a Eric Dejaeger por sus diseños; Corinne Hoex, escritora de poesía y narrativa me sugirió a Jack Keguenne. He descubierto a muchos a los que no conocía. Quería contar con poetas contemporáneos, francófonos y belgas. Primero les pregunté si les interesaría embarcarse en esta aventura. Realicé un guion gráfico detallado y preciso sobre cada cuadro y les pedí que eligieran el que querían comentar. Es más fácil escribir sobre un cuadro que escribir a partir de su guion gráfico, de su narración visual, eso es lo más difícil. Otro obstáculo fue el minutaje de cada plan, la duración de la secuencia dedicada a cada cuadro, pero incluso ahí fui flexible.

Leer la entrevista completa aquí.

En colaboración con

 

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy