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Víctor García León • Director

“Mi generación lucha contra una realidad absurda”

por 

- El director Víctor García León presenta en la Sección Oficial a concurso de la 20º edición del Festival de Málaga la divertida, a la vez que crítica, Selfie

Víctor García León  • Director
(© Festival de Málaga)

Víctor García León (Madrid, 1976), hijo del cineasta José Luis García Sánchez (Lázaro de Tormes), debutó como director en 2001 con Más pena que Gloria y estrenó en 2007 Vete de mí, que le valió a su protagonista, Juan Diego, el Goya al mejor actor. Ahora presenta en el 20º Festival de Málaga Selfie [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Víctor García León
ficha de la película
]
, peculiar retrato del perplejo momento actual español.  

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Cineuropa: ¿Dónde has estado estos años?
Víctor García León: Pues la crisis económica y la voluntad política, apoyada una en la otra, se han llevado por delante, como un maremoto, a un montón de gente, incluso con más nombre, trayectoria y talento que yo. En este tiempo he estado trabajando en proyectos cinematográficos que se han caído. He hecho publicidad, televisión y teatro para sobrevivir, mientras mi sueño de dirigir cine no se estaba cumpliendo. Un día me levanté y, harto de que me dijeran que no, decidí rodar Selfie.

Tú además llevas el cine en la sangre…
Eso es motivo para no seguir la estela paterna: cuando has visto los perdidos esplendores del cine español, apetece dedicarse a ser ingeniero industrial o cualquier cosa más seria. La crisis ha sido una bisagra que también habrá pillado a mi padre, acostumbrado a la idea de que rodar cine no es una quimera y se podía levantar una financiación normal, lo cual ahora es muy complicado.

¿Así, como un pronto, surgió entonces Selfie?
Nació de la necesidad de contar la intemperie y busqué a qué persona le podía afectar más la crisis económica: pues al hijo de un señor con mucho dinero, que se queda sin nada. En principio en ese tipo de situaciones hay más contraste… y comedia.

Pero eso mismo nos ha pasado a muchos, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades…
Sí, estábamos comprándonos coches como locos y nos hemos caído de culo contra el suelo. Está bien ajustar un poco las cosas, pero parece que determinados poderes se han tomado esto como una excusa para ser vengativos. Tuve la idea de presentar el proyecto a las televisiones, como había hecho otras veces, y me había salido mal. Empezó como algo pequeño y luego ha ido creciendo al incorporarse productoras más grandes. Recuerdo una lección que me dio mi amigo Jonás Trueba: “La diferencia entre la gente que hace cine o no, es que hay gente que se levanta y lo hace”. Llama al que tiene una cámara y se la pides, y así hasta que puedas ponerte a rodar. Hay que pelear por un régimen industrial sensato, pero a nivel personal te puedes pasar la vida quejándote o ser activo: coger una cámara y rodar. Eso es lo que hemos hecho. Porque es fácil quejarse: la autocompasión es un refugio muy cálido.

En Vete de mí también había un hijo “nini” y un padre, aunque en Selfie no veamos al progenitor.
Un profesor mío decía que hemos sustituido a los dioses de verdad por dioses de publicidad. Reproducimos la ideología de nuestros padres, pero banalizada: mi generación tiene que luchar contra una realidad muy absurda y descabellada.  

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