22/09/2017 - SAN SEBASTIÁN 2017: Con su primer film como directores, el musical La llamada, Javier Calvo y Javier Ambrossi pueden llegar a lograr el éxito de la obra teatral homónima creada por ellos mismos

(© Lorenzo Pascasio)

Javier Ambrossi (Madrid, 1984) y Javier Calvo (Madrid, 1991), “los Javis”, pareja artística y sentimental, fueron actores antes que cineastas y dirigieron una web serie de éxito –Paquita Salas- antes de que Enrique López Lavigne, de Apache Films, les animara a llevar al cine su musical La llamada [+lee también:
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Cineuropa: ¿Cómo habéis repartido el trabajo en los rodajes?
Javier Ambrossi: Mitad-mitad. Nosotros compartimos nuestra vida, cama, amigos, perros, casa… todo. Entonces integramos el trabajo en nuestro día a día y vamos soltando ideas continuamente, que nos sirven luego para el guion. Y a la hora de dirigir, seguimos la intuición y lo hablamos entre los dos, como un equipo.
Javier Calvo: Vamos viendo, según avanzamos, en qué lugares nos sentimos más cómodos cada uno y nos vamos cediendo el terreno. Aún nos estamos descubriendo, pero quizás yo sea más festivo y él trabaje más con los actores. Nos repartimos, pero también nos metemos en el trabajo del otro. Somos 50/50.

¿Supuso para vosotros la web serie Paquita Salas algo así como un experimento o una escuela?
Fue como el cortometraje que hacen los directores antes de su primera película, lo único es que se convirtió en algo grande más allá de ese plan, pero teníamos ganas de aprender. Somos muy trabajadores y nos lanzamos luego a hacer la película sin miedo.

El film La llamada: ¿difiere poco de la obra teatral en que se basa?
Es bastante fiel, pero da un paso más: se ven cosas que no se ven en la obra, pero se cuentan, porque el teatro es una localización única con gente que habla de lo que pasa o pasará, y también hay personajes nuevos. Asimismo hemos quitado algún chiste que nos ha dejado de hacer gracia o cosas que no funcionaban después en el montaje. Hemos ido fluyendo para contar la misma historia pero cuatro años después, cuando somos personas distintas, con una mirada más nostálgica y madura.

¿Es local o universal vuestro humor?
El humor es local siempre, pero lo concreto es lo único universal que hay. Para contar algo divertido tienes que ser concreto y no por ello se entiende menos. No creo que nuestro humor sea nicho, de hecho se ha representado La llamada en México y Rusia con mucho éxito. Recibimos felicitaciones de muchos países distintos.

¿Fue decisiva “la llamada” de Enrique López Lavigne para rodar la película?
Enrique fue nuestro Dios, quien nos vino a visitar un día y nos propuso la aventura más importante de nuestra vida. Él es como el último productor de una especie: un tipo que quiere que nos vaya bien, que seamos mejores y nos entiende, porque tiene aún ese espíritu de los veinte años. No pretende llevarse un mérito que no le toca ni es controlador: ama el cine y ese respeto es increíble.

¿Qué pasará con “los Javis” después de La llamada: el film?
No tenemos nada claro. Creemos mucho en la película y si tiene éxito, quizás hagamos más y si no, ya le daremos una vuelta a nuestro futuro.