02/05/2018 - Charles Tesson, delegado general de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, comenta su selección de 2018

(© Aurélie Lamachère)

Charles Tesson, delegado general de la 57ª Semana de la Crítica, que se celebrará entre los días 9 y 17 de mayo en el marco del 71º Festival de Cannes, analiza su selección de 2018 (leer más a tal propósito).

Cineuropa: ¿Cómo transcurrió el proceso de selección? ¿Obtuvi las películas que deseabas?
Charles Tesson: Tuvimos las películas que nos gustaron. Es lo principal. Es la primera vez que concentramos semejante calidad proveniente de Europa. También contamos con muchas directoras pero es una coincidencia, ya que también es la primera vez que hay tanto cine dirigido por mujeres que nos gusta. No trabajamos con cuota, si bien ellas tienen un punto de vista sobre la realidad que es interesante y creo que hace bien volver a abrir en cierto modo el espectro del cine que vemos habitualmente y plantearnos que hay novedades no tanto en los temas cuanto en las miradas sobre estos mismos temas. 

En la competición encontramos varias películas a priori muy originales. ¿Están los jóvenes cineastas más interesados por la exploración formal y la mezcla de géneros?
Antes, hablábamos del cine de género como aquel respetaba los códigos del género o que los renovaba pero muchos cineastas ya no están en esa disyuntiva. El género se ha convertido en un elemento y no tiene por finalidad hacer avanzar el género ni entroncar la obra. Fugue [+lee también:
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entrevista: Agnieszka Smoczyńska
ficha de la película] es un ejemplo claro de ello: Agnieszka Smoczynska bien habría podido hacer una película realista a la polaca sobre una mujer desaparecida que regresa. Está ese aspecto realista pero también hay un argumento de thriller psicoanalítico un poco a lo Hitchcock, con un traumatismo explicativo que revive o teme revivir como en El resplandor. Lo que está bien es que el género no es una digresión del tema sino una manera distinta de tratarlo. Lo mismo vale para Chris the Swiss [+lee también:
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entrevista: Anja Kofmel
ficha de la película], de Anja Kofmel, que, en su heterogeneidad, es aún más original. El primo de la directora era corresponsal de guerra durante el conflicto en la antigua Yugoslavia. Se comprometió con el lado croata, en las milicias cristianas de extrema derecha, y murió en extrañas circunstancias. Por tanto, hay un lado de búsqueda personal y otro de investigación periodística, con archivos y animación. La cinta es realmente sorprendente. En cuanto a Diamantino [+lee también:
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entrevista: Gabriel Abrantes, Daniel S…
ficha de la película], de Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt, es una farsa, una sátira muy inteligente sobre el fútbol. Se inspira, por supuesto, en Ronaldo pero es, ante todo, una película sobre la utilización política de un héroe nacional y sobre el nacionalismo heroico y chovinista. El tema es tratado como una parodia de un James Bond de serie Z: es delirante y divertida. 

El realismo parece, con todo, muy presente entre los jóvenes cineastas franceses que habéis seleccionado.
Sauvage [+lee también:
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entrevista: Camille Vidal-Naquet
ficha de la película], de Camille Vidal-Naquet, tiene un lado muy de documental y es perceptible su intención de narrar alimentándose de la realidad. El medio de la prostitución masculina aparece rara vez en el cine, es una especie de tabú que el filme rompe, pero también es una verdadera tragedia la búsqueda del protagonista, a caballo entre el amor y el sexo, dando lugar una pieza de cine negro, un thriller, lleno de elementos... Shéhérazade [+lee también:
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ficha de la película], de Jean-Bernard Marlin, es lo mismo: se inspira en la detención real de un tipo de 16 años acusado de proxeneta por algo que, para él, era una historia de amor. La cinta explora esta contradicción con actores de la calle, salidos de prisión, muy próximos a sus personajes, si bien acaba siendo una hermosa historia de amor clásica. Lo que me gusta de estas dos películas es ese realismo a lo Pasolini que trasciende por un sentido de lo novelado y de lo trágico muy acentuado. 

El compromiso social también es central en varios títulos de la selección.
Algo que me ha impactado y que se refleja en nuestra selección es que todas las películas están entre el compromiso social y político y lo doméstico. Nos batailles [+lee también:
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entrevista: Guillaume Senez
ficha de la película], del belga Guillaume Senez, ejemplifica lo que digo a la perfección. Su protagonista, un Romain Duris genial, es un obrero muy comprometido en el sindicato y menos presente en su vida de pareja y de familia. Un día, su mujer desaparece sin que él pueda explicárselo. Así, se verá teniendo que ocuparse de sus hijos y haciendo malabares para combinar esa tarea con su trabajo. Estamos en un realismo a lo Laurent Cantet pero con importantes miradas femeninas atentas al compromiso de los hombres en la política y en el mundo obrero. Lo mismo vale para Woman at War [+lee también:
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entrevista: Benedikt Erlingsson
entrevista: Benedikt Erlingsson
ficha de la película], de Benedikt Erlingsson, salvo que aquí el tratamiento es más gracioso, más picante, con un toque en ocasiones a lo Wes Anderson. Se trata de una mujer, una amazona islandesa, que pelea contra una gran industria contaminante y, al mismo tiempo, trata de adoptar un hijo. Siempre está esta mezcla entre lo íntimo y el compromiso en el mundo, con el equilibrio exigido. Por último, Sir [+lee también:
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ficha de la película], de la india Rohena Gera, también cae en la intimidad con una historia de amor y a la vez de bloqueo de clase surgido por lo inconcebible que es amar a una empleada doméstica, alguien a quien veremos siempre como una sirvienta y no como una mujer.

Por volver a lo de las directoras y sus miradas sobre sus realidades en tanto que mujeres, está One Day [+lee también:
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entrevista: Zsófia Szilágyi
ficha de la película], de la húngara Zsófia Szilágyi: una jornada en la que una mujer descubre que su marido tiene una aventura y debe ver cómo seguir adelante. El punto de vista es formidable, puesto que vemos cómo las preocupaciones íntimas de su vida de pareja se convierten en un pequeño grano de arena que da lugar a trabajos hercúleos en la vida cotidiana. La perspectiva es sorprendente.

(Traducción del francés)