email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SAN SEBASTIÁN 2018 Competición

Valeria Sarmiento • Directora

“Contar el destino de mujeres es a veces más importante que hacer un panfleto feminista”

por 

- SAN SEBASTIÁN 2018: La directora de origen chileno Valeria Sarmiento nos habla sobre su última película, la cinta de época El cuaderno negro, que compite por la Concha de Oro

Valeria Sarmiento  • Directora
(© San Sebastián International Film Festival)

La veterana directora Valeria Sarmiento, que trabaja a caballo entre Chile y Europa, ha llegado al 66° Festival de San Sebastián para presentar a competición por la Concha de Oro su última película hasta la fecha, El cuaderno negro [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Valeria Sarmiento
ficha de la película
]
, un folletín de época que adapta un guion escrito originalmente para su desaparecido marido, el maestro Raúl Ruiz.

Cineuropa: ¿Por qué contar esta historia?
Valeria Sarmiento:
Es un guion que Carlos Saboga escribió para Raúl Ruiz después de Misterios de Lisboa [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, a partir del mismo escritor, Camilo Castelo Branco. Yo lo leí y me fascinó la historia de esta mujer. Se lo presenté a Paulo Branco, y también le encantó, porque a él le gusta mucho el autor.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Fue también determinante el hecho de que la historia esté protagonizada por una mujer, y más en concreto, sus emociones?
Fue determinante, sí. Precisamente, el guionista, cuando escribió pensando para Raúl, suponía que él le iba a dar importancia al cardenal, porque es un personaje malo, con muchas particularidades que le interesaban. Pero a mí me parecía mucho mejor contar la historia de esta nodriza, porque creo que contar el destino de mujeres es a veces más importante que hacer un panfleto feminista.

¿Quizá porque el punto de vista de la mujer haya estado siempre menos presente en el cine, por lo menos hasta la fecha?
Hay grandes cineastas que también han filmado películas sobre los destinos de las mujeres. A mí personalmente es algo que me toca muy de cerca. Junto al trabajo tan sensible de mi actriz principal (Lou de Laâge), hemos creado la película de la manera que queríamos.

Eres una directora con una carrera muy larga. ¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en este ámbito, y qué cambios ha habido a lo largo de todos estos años?
Muchas veces, presentaba proyectos, y los responsables decían que no iban a financiar a dos personas de la misma familia. Poco a poco, a medida que seguí peleando, acabaron aceptándomelos. Tuve que demostrar que realmente quería hacer cine, que no se debía solo a que mi marido también era cineasta. En Chile, cuando nosotras empezamos éramos solos tres cineastas luchando por hacer cine, pero ahora hay muchas mujeres jóvenes muy buenas, que lo están haciendo. Esto es gracias a las escuelas de cine, porque los sindicatos siempre han sido muy machistas. De hecho, hay más mujeres que hombres en las escuelas, pero todavía es difícil para ellas llegar a lo que llegan ellos. Esperemos que cambie pronto. También, en cuanto a los festivales, la mayoría de los comités de selección son hombres. Habría que cambiar esas condiciones. Ojalá funcionen los acuerdos de paridad que se están firmando actualmente. Yo, personalmente, ya estoy muy vieja para verme impulsada por esto, no sé cuántas películas me quedarán por hacer, pero esperemos.

El guion estaba escrito para Raúl Ruiz, ¿cómo es eso de rescatar sus guiones e incluso finalizar sus películas?
Es mi destino, no puedo hacer otra cosa, no puedo abandonarlo. No pienso en que estoy rivalizando su punto de vista, me divierto mucho haciéndolo, es un juego.

¿Hasta qué punto consideras que la herencia artística de Ruiz está en tus trabajos?
Mi herencia es que viví 42 años con ese monstruo, que hizo 120 películas. En cuanto al estilo, el mío es completamente distinto. Por ejemplo, Misterios de Lisboa tiene un ritmo diferente. Raúl le daba un peso enorme al tiempo. Lo que yo quise hacer aquí era todo lo contrario: trabajar en un estilo muy rápido, buscando el vértigo.

Esas decisiones estilísticas tuyas son muy claras…
Lo que yo traté de hacer fue que la película fuera como un cuento. En la fotografía, por ejemplo, trabajamos el color inspirándonos en el famoso technicolor español, consiguiendo un resultado casi irreal. La idea era, a través del color, hacer menos realista la historia.

Efectivamente se ve que la película no va de la mano del naturalismo, sino de la de la estilización, lo que puede generar un desconcierto en los espectadores…
En ese caso, ese espectador no tendría que haber ido a ver esta película.

¿Cómo ha sido el proceso de creación?
Cuando encontré el guion, yo estaba trabajando en otro proyecto, en una adaptación de La pista de hielo de Roberto Bolaño, pero resultó que los derechos estaban muy caros. Paulo aceptó feliz el proyecto, porque para él, como portugués, Castelo Branco es muy importante. La producción fue en Portugal, con un equipo maravilloso. Con el director de fotografía, Acácio de Almeida, ya hice cinco películas. Isabel Branco, la directora de arte, fue la responsable de construir tres países en un solo país. Y Paulo tuvo la idea de rodarla en francés, porque pensó que haría el rodaje más asequible y el resultado se universalizaría más. Yo quería inicialmente rodarla en portugués, pero no tuve problema ninguno en cambiar el guion de idioma. Además, estoy muy contenta de haber podido trabajar con estos actores.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy