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LOCARNO 2019 Cineastas del presente

Elsa Kremser, Levin Peter • Directores de Space Dogs

"Quisimos saber lo que los perros piensan de nuestro mundo"

por 

- Cineuropa habla con Elsa Kremser y Levin Peter, los directores tras la película más polémica del Festival de Locarno, Space Dogs, sobre nuestras miradas hacia los perros y hacia las estrellas

Elsa Kremser, Levin Peter  • Directores de Space Dogs
(© Marco Abram)

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]
, de Elsa Kremser y Levin Peter, que se proyecta en la sección Cineastas del Presente del Festival de Locarno, empieza con la perra Laika antes de expandirse en varias direcciones inesperadas: la película nos lleva al mundo de los perros callejeros moscovitas; muestra imágenes de archivo nunca vista, que retroceden hasta los años sesenta; profundiza en mitologías antiguas, e incluso menciona a la tortuga gigante estelar Great A’Tuin creada por el escritor británico Terry Pratchett. Por no hablar de la aparición de cierto gato en unas circunstancias muy desafortunadas.

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Cineuropa: Habláis mucho sobre crueldad en vuestra película. Pero no os limitáis a mostrar lo que se hacía en el pasado, como demuestra la infame escena del gato.
Levin Peter:
No podíamos pararlo. Durante meses aprendimos cómo seguir a los perros callejeros de la ciudad y es interesante como, cuando por fin aprendimos a hacerlo, sucedió todo esto. Queríamos mostrar cómo les afecta la ciudad. Desde su punto de vista todo es mucho más confuso.

Elsa Kremser: Si te limitas a juzgarlos, no puede entender sus expresiones. Pero cuando te sientas y los miras a los ojos, te percatas de algo completamente distinto. No esperábamos algo tan cruel. Y, en cuestión de segundos, ya está. Había terminado. Pero era importante mostrar lo salvajes que pueden se restos animales.

Recuerdo haber visto fotografías de Laika de niña, y no pensar qué es lo que le había pasado. ¿Qué os hizo analizarlo con una mayor profundidad?
E.K.:
Al principio, Laika no formaba parte de la historia. Sabíamos que había sido el primer animal en ir al espacio y que había muerto. ¿Pero cómo? Queríamos hablar sobre animales callejeros y, mientras buscábamos darle una nueva capa a la película, descubrimos que Laika había nacido en las calles de Moscú.

L.P.: Todo lo que sabemos de Laika son unas cuantas imágenes y su leyenda. Queríamos centrarnos en lo que había vivido a lo largo de esos dos años. Todo el metraje que ves en la película procede de los archivos de Moscú, y necesitamos tres años para conseguirlo. La verdad, ver cómo estos perros, que habían pasado 22 días en el espacio, aún en sus cápsulas, intentaban dar sus primeros pasos al volver a la tierra…

E.K.: Esto no se había visto hasta ahora. Fue un proceso de documentación científica. El contenido de las grabaciones es duro, no querían hacerlo público, pero después de un tiempo empezaron a confiar en nosotros. Les dijimos que queríamos mostrar qué había pasado, que no queríamos juzgar a nadie.

Es absurdo imaginarse a todos estos científicos rusos recogiendo perros de la calle. E incluso si los perros son el foco de la película, vosotros también contáis una historia sobre la humanidad, y no una muy halagüeña.
E.K.:
Conocimos a algunas personas que había trabajado con estos perros y que conocían a Laika. Recorrían las calles en furgones militares, recogían estos animales y los medían para comprobar si cabían en las cápsulas. Es una imagen extraña. Cuando descubríamos la ciudad desde los ojos de estos animales, siempre pensábamos en ellos en relación con nuestro mundo. Hay que rescatarlos, esos pobres animales necesitan nuestra ayuda, son nuestros mejores amigos. ¡Pero desconocíamos su punto de vista! Queríamos saber qué pensaban del mundo que hemos creado.

L.P.: Para poder plasmar Moscú desde el punto de vista de los animales, teníamos que centrarnos en sus noches, y en las primeras horas de la mañana. Cuando apenas hay humanos en las calles, la ciudad es suya. Y las pocas personas que te encuentras a estas horas son, a su modo, también callejeras: a veces sin techo, otras veces gente en busca de un bar.

A causa de la narración que acompaña la película, Space Dogs parece una de esas historias que se cuenta a los niños antes de dormir. Pero mucho más brutal. La voz reconfortante de Aleksey Serebryakov crea un contraste radical con lo que está describiendo.
L.P.:
Queríamos que su voz nos hiciese visualizar a un científico anciano, roto por dentro, que por fin ha aceptado compartir sus secretos. Encontramos diarios de algunas de las personas que habían trabajado en el proyecto y todo estaba ahí: el tono, la mitología que crearon. La historia de la tortuga que lleva el mundo a cuestas, mencionada al final de la película, se remonta a tiempo antiguos. Hasta Terry Pratchett la robó en un momento dado [risas]. Cuanto más descubríamos de estos “perros espaciales”, más nos dábamos cuenta de que no se trataba solo de sujetos de prueba, cuyas constantes se medían en máquinas. ¡Los estaban convirtiendo en iconos de la cultura pop!

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(Traducción del inglés por Raúl Alcantarilla)

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