04/10/2019 - Esta semana llega a la cartelera noruega Astrup – Catching the Flame, el cuarto largometraje del director noruego Pål Øie que hace revivir a Nikolai Astrup, pintor de la región de los fiordos

En Astrup – Catching the Flame [+lee también:
tráiler
entrevista: Pål Øie
ficha de la película], su cuarto largometraje, el director noruego Pål Øie nos invita a seguir los pasos de Nikolai Astrup, artista noruego cuyas obras, pinturas y grabados en madera, son para muchos tan dignos de interés como los de su contemporáneo Munch. En la pantalla vemos el rostro del actor danés Thure Lindhardt, una de las estrellas de la serie de televisión The Bridge. La película, producida por Handmade Films in Norwegian Woods, se estrenó el 27 de septiembre pasado en la región de los fiordos, en Jølster, lugar de origen de Astrup.

Cineuropa: Tú ya hiciste una película sobre un pintor noruego.
Pål Øie: Sí, en 2013. Lars Hertervig – The Frenzy of Light, un documental para la televisión codirigido por Karl Johan Paulsen. Ahora hemos vuelto a trabajar juntos en el guión de Astrup – Catching the Flame. Yo dudé un poco a la hora de involucrarme en este proyecto porque estoy muy unido a Jølster. Me siento en casa allí y no quería perturbar ese remanso de paz con el ajetreo de un rodaje. Terminé por dejarme convencer. ¡Cuatro años para hacer esta película! Hemos dedicado mucho tiempo a consultar a expertos, a reunir documentación, a debatir la iconografía. Por no hablar de los medios necesarios para financiar esta gran producción: más de doscientos figurantes, trajes de época, numerosos accesorios, condiciones meteorológicas a las que hay que acostumbrarse. Afortunadamente, la población local estaba muy motivada y se involucró a fondo.

Un proceso complicado.
Digamos…complejo. Establecer los elementos esenciales respetando los plazos impuestos nunca ha sido fácil, pero debo decir que en general tuvimos suerte. La suerte de tener a mi lado a Sjur Aarthun, el director de fotografía, con quien también hice el montaje. Hace 25 años que trabajamos juntos. Pero soy yo quien tuvo el placer de grabar las secuencias en formato Súper 8.

Algunas escenas son muy intensas.
Decidimos dar vida a Astrup y a su entorno gracias a los diálogos y a la interpretación de los actores, que nos ayudaban con anécdotas recogidas de testigos fiables, pero también por medio de su correspondencia y de notas y comentarios que él escribía. Las citas son exactas, no hemos cambiado nada. Existen fotos de Astrup pero nunca fue filmado ni su voz fue grabada. Usar sus cartas en la película nos permitía estar más cerca de él, de compartir su intimidad y de intentar compartirla. Le gustaba escribir y lo hacía muy bien. En sus cartas, sus distintos estados de ánimo se expresan con libertad: ataques de ira, júbilo, frustraciones, humor… Descubrimos sus gustos y sus miedos: nos enteramos, por ejemplo, de que él admiraba al pintor inglés Constable, al simbolista suizo Böcklin, a Kandinsky, cuya pintura musical elogió, pero no le gustaba Munch. Astrup es a veces envidioso, celoso y mezquino, pero también es franco, directo. Tiene el coraje de sus opiniones. Estoy impresionado por todo lo que consiguió hacer en relativamente poco tiempo, a pesar de la enfermedad. Admiro al hombre tanto como al artista.

¿A quién escribía Astrup?
Sobre todo a sus amigos cercanos, el pintor Bernt Tunold y a Anton Fond, el maestro del pueblo, interpretado por Dennis Storhøi, que va a serle fiel hasta el final. También escribió mucho a su esposa Engel, interpretada por Henriette Marø. Sin embargo, no se escribía con su padre, mientras que la relación con su madre era bastante buena.

Algunas secuencias inquietantes nos recuerdan que eres uno de los especialistas noruegos en películas de terror con Dark Woods, Hidden [+lee también:
tráiler
ficha de la película] y Villmark 2 [+lee también:
tráiler
ficha de la película].
Yo quería dar forma a los sueños febriles de Astrup, a las zonas oscuras de su universo. También quería explicar toda una mitología, ritos, creencias, supersticiones, que estaban y siguen estando anclados al alma de los habitantes de esta región, que son parte integrante de su vida cotidiana. Un universo a la vez misterioso y familiar que encontramos, por ejemplo, en Kittelsen, el dibujante de los célebres trolls.

(Traducción del francés)