email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Meryl Fortunat-Rossi y Valéry Rosier • Directores de La Grand-Messe

"Estos ciclistas nos hacen pensar en Jesucristo llevando su cruz"

por 

- Cinergie ha entrevistado a los directores Meryl Fortunat-Rossi y Valéry Rosier para hablar sobre su documental La Grand-Messe

Meryl Fortunat-Rossi y Valéry Rosier • Directores de La Grand-Messe
Los directores Meryl Fortunat-Rossi y Valéry Rosier

Meryl Fortunat-Rossi y Valéry Rosier se fijan en cosas que otros suelen pasar por alto, desde las bancadas que rodean las plazas de toros hasta las peripecias de veraneantes solitarios. En La Grand-Messe [+lee también:
tráiler
entrevista: Meryl Fortunat-Rossi y Val…
ficha de la película
]
, ambos directores unen fuerzas para filmar el Tour de Francia desde el punto de vista de los espectadores que acampan durante 15 días antes de la carrera, para asegurarse de que no se pierden a ninguno de los corredores.

Cinergie: Vuestras dos pasiones confluyen en esta película.  ¿Qué os llevó a colaborar en el proyecto?
Valery Rosier: Cuando estamos en Bruselas nos gusta ir a bares anticuados o al club de petanca de Saint-Gilles, donde los clientes habituales suelen tener más de 60 años. Ambos sentimos un gran afecto por este público, que a menudo no aparece representado en el cine, así que decidimos centrarnos en ellos. Por otro lado, la idea de filmar el Tour de Francia llegó por casualidad. Cuando fui a presentar una película al festival que organiza Meryl, en el sur de Francia, quedamos para echar una siesta mientras veíamos el Tour. En ese momento nos dimos cuenta de que compartíamos una pasión. ¡Lo que demuestra que las siestas pueden dar lugar a proyectos increíbles!

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Meryl Fortunat-Rossi: Exactamente, fue una tarde bien empleada. También nos unía nuestro deseo de filmar aspectos de la carrera que normalmente no se ven. Queríamos mostrar el amor que sienten algunas personas por el Tour, pero sin centrarnos demasiado en la propia competición.

¿Empezasteis buscando las localizaciones o encontrando a los personajes?
V.R.: Primero elegimos la ubicación: el Col de l’Izoard, con su impresionante "Casse déserte", un lugar mítico con un aspecto casi lunar. Este puerto de montaña es una etapa importante del Tour, aunque no es una de las más populares.

M.F-R.: También era la primera vez que los ciclistas del Tour de Francia tenían que subir hasta la cima, convirtiéndose en la tercera etapa más alta del recorrido. Fue además la última etapa de montaña ese año. Cuando estábamos colocando las cámaras en las últimas vueltas sabíamos que la expectación era muy grande, porque allí se decidía la carrera.

A primera vista la película no parece "preparada", pero en una escena concreta, donde vemos a una pareja leyendo en la cama antes de apagar la luz y quedarse dormidos, se revela cierta artificialidad. Podemos imaginar la cámara filmando a los pies de la cama, y esto nos hace cuestionar la naturalidad de otras secuencias...
V.R.: Yo suelo preparar mucho mis películas, con la ayuda de los protagonistas, pero Méryl no. En este caso decidimos no hacerlo. El 98% de la película consiste en momentos totalmente reales, con la excepción de algunas pequeñas escenas en las que trabajamos con los personajes. En el caso que mencionas era una cuestión de respeto. Es un momento privado, así que decidimos recrearlo.

M.F-R.: Todo el mundo sabe que esa escena no puede ser natural. De alguna forma nos permitía hacer un guiño al espectador, mostrarle que todos estábamos juntos en esto, que todo el mundo se divertía. Es como una especie de making-of en medio de la película.

V.R.: Además, en cierto sentido, el hecho de reconocer que estamos mintiendo significa que estamos diciendo la verdad...

La  película tiene una estructura bastante formal, organizada alrededor de la celebración de la misa. ¿En qué momento decidisteis emplear esa estructura?
M.F-R.: Cuando estábamos escribiendo la película. "La Grand-Messe" (“La Gran Misa”) es el apodo del Tour de Francia, así que fue muy fácil establecer las conexiones.

V.R.: Se trata de una celebración del esfuerzo. De alguna forma, estos ciclistas sudorosos nos hacen pensar en Jesucristo cargando con su cruz. Las reliquias religiosas se pueden comparar con el merchandising promocional, como los sombreros que se lanzan al público, por los que mucha gente está dispuesta a pelear. Finalmente está la naturaleza sagrada de las montañas.

M.F-R.: Y los veraneantes sienten la necesidad de ser filmados para convertirse en una imagen. Una imagen que los hace inmortales a través de la magia de los archivos de televisión.

(La entrevista completa en francés está disponible aquí.)

En colaboración con

 

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy