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BERLINALE 2020 Competición

Fabio y Damiano D'Innocenzo • Directores de Favolacce

"Queríamos poner al espectador en una posición incómoda"

por 

- BERLINALE 2020: Hemos entrevistado a Fabio y Damiano D'Innocenzo, que vuelven a Berlín con Favolacce, la fábula más inquietante de la competición principal

Fabio y Damiano D'Innocenzo  • Directores de Favolacce
(© Fabio D'Innocenzo)

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, centrada en una pequeña comunidad en las afueras de Roma que trata de sobrevivir a un sofocante verano. Por desgracia, no hay sombra que pueda protegerlos de la ansiedad y la frustración, ni tampoco de la atenta mirada de sus hijos, que observan todos los errores que tratan de ocultar.

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Cineuropa: Vuestra película recuerda a las fábulas siniestras que nos contaban de pequeños. ¿Era esa la idea?
Damiano D’Innocenzo: Los cuentos de hadas empezaron a tener finales felices a principios del siglo pasado, ¡pero esa no era su intención original! Se supone que debían enseñarte a resolver situaciones en la vida real, como una especie de manual de supervivencia. Además, los padres son los responsables de preocuparse por estas cosas y asegurarse de que todo salga bien. Ellos son los que deciden si pueden llevar a su hijo a ver ciertas películas o no, los que deciden si son apropiadas para ellos. Por nuestra parte, buscábamos que todo fuese muy crudo y real. Por eso nos encantan las historias de los hermanos Grimm y los relatos rusos.

Al recordar vuestra primera película [La terra dell'abbastanza], queda claro que no os asusta mostrar a personas haciendo cosas malas. ¿Es algo que veis a diario a vuestro alrededor? ¿También en el caso de los niños?
Fabio D’Innocenzo: Somos personas muy sensibles, por lo que muchas veces somos víctimas de la maldad de los demás. Esta actitud parece estar extendiéndose cada vez más, al menos en nuestro país. Se ha convertido en algo aceptable, y la gente se está deshumanizando. Para nosotros, esta situación es muy preocupante. A veces tenemos problemas para comunicarnos con los demás, pero esperamos que algún día el mundo se convierta en un lugar mucho más amable. Por eso, cada vez que tenemos la oportunidad de contar una historia, no intentamos edulcorar la realidad. Lo mostramos tal y como lo experimentamos. Y sí, lo cierto es que vemos maldad en todas partes. En cuanto a los niños, en la película tan solo intentan imitar a los adultos.

¿Por qué decidisteis ambientar la historia en verano? Parece que todo el mundo está más alterado, además de visiblemente sudorosos.
F.D.: Fue una decisión estilística. Necesitábamos el sol para controlar la luz, pero también para enfatizar los rasgos más vulgares de nuestros personajes adultos, así como la amabilidad y delicadeza de los rostros infantiles. También necesitábamos agua. Se trata de otro elemento que puede resultar agradable o volverse directamente obsceno, como en la escena con Elio Germano [uno de los actores principales]. Cuando parece que su personaje está descansando, flotando en el mar, observamos que el agua que lo rodea está totalmente sucia.

Da la sensación de que Favolacce tiene su propio olor, no necesariamente agradable. Parece que el calor extremo genera incomodidad y causa problemas.
F.D.: Hablamos mucho sobre esto durante el proceso de escritura del guion. La sensación compartida por muchos de los personajes es la de estar encerrados en una jaula. Pero no se trata solo del cuerpo, sino también de la mente y el alma. Estas personas están totalmente encerradas en sí mismas. Alimentan su resentimiento, sus celos y frustraciones, incapaces de cumplir sus sueños. Se pasan todo el tiempo reflexionando sobre estos temas, y eso se refleja también en sus cuerpos.

¿Vuestra intención era transmitir una sensación de peligro constante? Desde la primera escena, donde escuchamos una noticia sobre cierta tragedia familiar, tenemos la sensación de que algo malo está a punto de ocurrir.
D.D.: Teníamos solo 19 años cuando empezamos a trabajar en esta historia, pero sí, fue algo intencional. Nos inspiramos en una lección del escritor estadounidense Raymond Carver. Él decía que todas las historias deben tener algún tipo de desencadenante, pero este no debe descubrirse al principio. Esa era nuestra intención: queríamos poner al espectador en una posición incómoda. Sientes que algo está a punto de suceder, pero no sabes qué va a pasar. Robert Altman también solía hacer eso. Sus personajes están juntos, pero eso da igual. Siempre parece que las cosas van a ir mal.

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(Traducción del inglés)

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