06/02/2020 - Cinema Femme ha hablado con la directora y periodista israelí Maya Zinshtein de lo que hay detrás de su documental ’Til Kingdom Come

(© Tomer Appelbaum)

Algunos cristianos evangélicos que se toman la Biblia al pie de la letra creen, según lo que han leído en el Apocalipsis, que Israel constituye la última esperanza ante el fin de nuestros días. En base a esta creencia, se están destinando grandes cantidades de dinero a Israel, y lo que desde fuera puede considerarse como una manifestación positiva de unidad y amor, en realidad se trata de una agenda política engañosa impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump. Al ver que se estaba destinando tanto dinero a Israel, Maya Zinshtein decidió comenzar a trabajar en su documental, 'Til Kingdom Come [+lee también:
entrevista: Maya Zinshtein
ficha de la película], que se estrenará en el IDFA, y va ligado a la pregunta de “¿por qué?” “¿Por qué nos 'quieren' tanto estos cristianos evangélicos?

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Cinema Femme: ¿Qué te hizo empezar a trabajar en este proyecto?
Maya Zinshtein: Soy israelí, y también soy cineasta y periodista. Me pidieron que investigara otro proyecto del que los cristianos evangélicos formaran parte. Estoy segura de que muchos israelíes, incluida yo misma, estamos involucrados de una manera u otra en la política de Israel, y esto es algo que me resulta de gran interés. En cuanto me enteré de este fenómeno que implicaba la participación de los cristianos evangélicos en Israel, me puse a investigarlo. Todo esto comenzó en julio de 2017 y, por aquel entonces, Trump ya era presidente, pero estos hechos sucedieron antes de que ocurriera todo lo que se mostraría posteriormente en la película. Contacté con todas las organizaciones cuya sede se encontraba aquí, en Israel, y que tenían cualquier tipo de relación con los cristianos evangélicos. Es gracioso porque recuerdo que uno de los directores de estas organizaciones me dijo: “Escucha, si eres paciente, verás cómo, a finales de 2019 o principios de 2020, Trump acabará reconociendo a Jerusalén como la capital de Israel”, y, medio año después, sucedió tal y como me había predicho.

A nivel político, fue así cómo empezó todo. Tenía claro que la forma en la que me gusta contar las historias es la misma en la que se hacen las diferentes capas de una tarta, ya que no se ven hasta que no la cortas y ves el interior. Quería empezar por toda esa gente que es evangélica y lo hace todo guiada por su fe. Había oído hablar de iglesias por todo el territorio de Estados Unidos que izan la bandera israelí cada mañana, y también de todos aquellos niños estadounidenses que rezan por Jerusalén cada noche antes de irse a dormir. Pero tenéis que entender que todas estas acciones se escapan de nuestra comprensión.

¿Con qué esperas que se queden los espectadores de tu documental?
Creo que depende de cada espectador en concreto. Tengo la esperanza de que esta película la vean muchos cristianos evangélicos, ya que creo que gran parte de su “cariño” viene dado por el amor incondicional hacia estos antiguos escritos. No obstante, en este país existe una realidad distinta.

Voy a responder a tu pregunta mediante una anécdota. Nos encontrábamos en una cumbre de cristianos israelíes en la que estaba teniendo una conversación con algunos miembros jóvenes. Decidí iniciar esta conversación después de ver que abogaban por recortar el apoyo a los refugiados palestinos, a pesar de que sabían que estas personas necesitaban ayuda. La comunidad israelí ve este tipo de declaraciones como muy peligrosas, así que les dije lo siguiente: “Escuchad, mi hermano forma parte de las fuerzas especiales de reserva, e irá a combatir en la próxima guerra. ¿Qué os hace pensar que podéis tener poder de decisión sobre mi próxima guerra?”. Si hablas con cualquier estadounidense, te dirá que los rusos tienen una gran influencia en el gobierno de Estados Unidos. Pero, en mi opinión, cada país tiene el derecho de decidir sobre su propio futuro. Por tanto, les dije: “Creéis que desde las sillas de vuestros despachos en Washington vais a poder influir en mi futuro, pero no es así, porque no vais a luchar en esta guerra, lo hará mi hermano”. Entonces uno de ellos me miró y me dijo: “Es verdad, no había considerado ese punto de vista”.

Asimismo, tengo la esperanza de que este documental llegue también a la comunidad judía, ya que sé que se trata de un tema que está en boca de todos a día de hoy. Seguro que se están preguntando cosas como: “¿Deberíamos cooperar en esto, o cómo deberíamos responder a esto otro?” Considero que mi trabajo consiste en arrojar luz sobre el rincón oscuro de la habitación, así que quiero hacer lo propio con este rincón oscuro, ponerlo sobre la mesa y decir: “Aquí lo tienes, piénsatelo”.

¿Algún consejo para las cineastas que están empezando?
Encontrad a vuestros aliados. Uno de los productores de la película, que también ocupaba el puesto de director de fotografía [Abraham (Abie) Troen] ha resultado ser un gran aliado. Y hago uso de esta palabra en especial porque, si quieres empezar un proyecto sin financiación como este, necesitas encontrar a alguien que esté tan loco como tú, y que muestre la misma valentía que tú a la hora de descubrir cosas contigo, como en Middlesboro, Kentucky. Es la segunda vez que aprendo esta lección. Y, a partir de ahí, tienes que formar tu equipo, encontrando a los mejores candidatos que pueda haber. Encontrar estos aliados es algo realmente crucial, ya que no puedes sacar adelante una película en solitario.

Entrevista completa aquí.

En colaboración con

(Traducción del inglés por Jaume Joan Buforn Baldó)