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BERLINALE 2021 Panorama

Louda Ben Salah-Cazanas • Director de Le monde après nous

"El camino a la aceptación de la brutalidad de la ciudad y la violencia del dinero es central en la película"

por 

- BERLINALE 2021: Idealismo, ambición y amor se dan la mano en el seductor primer largometraje que se nutre de autoficción para hablar de la precariedad de la juventud

Louda Ben Salah-Cazanas  • Director de Le monde après nous

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ficha de la película
]
, estrenada en la sección Panorama de la 71ª Berlinale, es la encantadora ópera prima de Louda Ben Salah-Cazanas.

Cineuropa: ¿Retrato social? ¿Historia de amor romántico? ¿Trayectoria iniciática hacia la edad adulta? ¿Cuál era la idea principal de Le monde après nous?
Louda Ben Salah-Cazanas: Una mezcla de las tres. El punto de partida tiene un poco de autoficción porque yo pasé por una situación similar. Yo dirigía cortometrajes que tenían más o menos éxito, subsistía en el mundo del cine y hacía pequeños trabajos hasta que conocí a la que hoy es mi esposa. Luego, surgió una especie de sacrificio: ella era estudiante y uno debía responder económicamente por los dos. Decidí hacer un paréntesis y dedicarme a hacer pequeños trabajos, con la sensación de que abandonaba lo que realmente quería hacer. 

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Paradójicamente, me puse a escribir mucho en ese momento, describiendo la situación. Escribí la película, pero alejándome lo máximo posible porque era muy personal. Yo quería contar los tres aspectos (social, amoroso e iniciático) en una sola película. Tuve que encontrar el equilibrio en el montaje. Quería mostrar que publicar un libro, como hace mi personaje, no lo convierte en un hombre diferente, ya que la vida es más simple: es lo que nos rodea en este momento. 

Labidi se enfrenta a las dificultades de la vida en la ciudad para la juventud actual.
Yo intenté ser lo más sincero posible. Me gusta mucho París, pero supone una agresión constante, tanto por el coste de la vida como por la representación social. El camino de aceptación de la brutalidad de la ciudad y de la violencia del dinero es el tema central de la película.

Yo no quería hacer una película superficial. Quería hacer una película muy simple, sin pretensiones y con personajes. Mi objetivo era que fuese lo más animada posible, no una película con perspectiva melancólica, que mire al pasado y diga “Oh, en realidad era agradable, ¡mira cómo luchamos!”, sino una película ambientada en el presente, mientras luchamos.

¿Cómo diste con el tono híbrido de la película?
Quería coquetear con los géneros y meter comedia en lo que es más bien un drama. Yo conocía muy bien a Aurélien Gabrielli, para quien escribí la película, y fue él quien le dio ese tono singular, en la frontera, gracias a su personalidad tan particular, ya que es inexpresivo, apático, depresivo y un poco alegre al mismo tiempo.

Con sutilidad, también abordas la dificultad de cambiar de clase social y los problemas de identidad.
Al igual que el protagonista, yo soy mestizo, pero a la inversa: mi padre es tunecino y mi madre es francesa. Yo soy francés para los tunecinos y tunecino para los franceses. Es una forma de sufrimiento que lleva tiempo comprender y que creo que está muy relacionada con los movimientos de clase social, con los cambios de entorno. Tengo la sensación de que es algo muy contemporáneo. Las segundas generaciones de inmigrantes, como yo o Labidi en la película, no saben a quién pertenecen. También ocurre lo mismo con la condición social. Cuando recuerdo mis orígenes, a los que estoy unido, un ambiente proletario, simple, no muy cultivado, me digo: “¡Claro que no, eres un bobo!” Como anécdota, actualmente trabajo en logística en Leroy Merlin, por lo que no gano dinero haciendo películas; y, cuando me enteré de que mi película había sido seleccionada en la Berlinale, al mismo tiempo que conseguí este trabajo, mis padres se alegraron más por el trabajo. Esta identidad doble puede complicar la vida en términos de gustos, incomprensión, etc., y provocar tristeza porque puedes culpar a los demás o a ti mismo. Esto debía formar parte de la película puesto que Le monde après nous habla de las dificultades, de la precariedad, y también puede ser otra forma de precariedad, pues como decía Bourdieu: nuestras raíces nos determinan pero intentar salir de este determinismo es también una forma de determinismo.

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(Traducción del francés)

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