email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Francia

Elie Wajeman • Director de Médecin de nuit

"Quería tratar al personaje como una especie de detective privado que peina la peligrosa ciudad"

por 

- El director habla sobre su estupenda y existencialista película noir, etiquetada por la Selección Oficial de Cannes 2020 y por fin estrenada en las salas francesass

Elie Wajeman  • Director de Médecin de nuit
(© Lucie Belarbi/Partizan Films)

Médecin de nuit [+lee también:
tráiler
entrevista: Elie Wajeman
ficha de la película
]
, una película tensa y muy conseguida que se apoya en la interpretación de un Vincent Macaigne que se enfrenta al caos de la noche parisina y de su vida, es el tercer largometraje del francés Elie Wajeman, después de Alyah [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
(Quincena de los Realizadores 2012) y Los Anarquistas [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
(Semana de la Crítica 2015). Etiquetada por la Selección Oficial del Festival de Cannes 2020, llega por fin a la cartelera de los cines franceses, distribuida por Diaphana.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: ¿Cómo surgió la idea de hacer una película de cine negro sobre un médico nocturno parisino?
Elie Wajeman: Empezó con mi deseo de hacer una adaptación de Platonov, de Chéjov, de crear un médico nocturno y mezclar el cine negro con una intriga criminal. A medida que avanzaba en el proceso, me alejé de Platonov. Al principio, no conocía muy bien el mundo de los médicos nocturnos, pero tenía el presentimiento de que sería un gran personaje de ficción que me permitiría mostrar, a la vez, la ciudad y la intimidad de la casa de las personas en sus apartamentos parisinos. Yo quería tratarlo como un personaje novelesco puro, una especie de detective privado que recorre la peligrosa gran ciudad.

Este médico nocturno evoluciona hacia una zona gris de límites difusos en su trato con drogadictos.
En su compromiso, hay varios estratos. El que tiene con los drogadictos roza la ilegalidad, pero no es ilegal porque puede prescribir Subutex, que además salva vidas desde hace años. Pero yo compliqué más las cosas con la presión del deber familiar hacia su primo, que lo hará pasarse a la ilegalidad. La cuestión de la zona gris siempre es el trasfondo del cine negro.

¿Cómo te documentaste para escribir un guion tan documental en muchos aspectos?
Me encanta investigar y busco siempre historias donde pueda hacerlo. Me reuní con gendarmes especializados en el tráfico de Subutex, y con farmacéuticos que me contaron los entresijos de su profesión, pues detrás de las hermosas fachadas, los entresijos son complejos: no hay que olvidar que ellos venden drogas, cosas químicas que cambian. También asistí al juicio de un médico acusado de haber traficado con Subutex y al de un farmacéutico sospechoso de haber participado en un entramado. Me di cuenta de que la inclinación hacia la ilegalidad era bastante común. También acompañé en varias ocasiones a médicos nocturnos, esos que han abandonado por completo la vida diurna, como ocurre en la película, con este hombre adicto a la noche que regresa al amanecer. Todo esto contribuyó a la escritura documentada del guion.

Sobre este fondo documental, has introducido ficción.
Yo busco la tensión entre el documental y la ficción. La noche y el médico nocturno son necesariamente novelescos: evolucionamos fuera de las normas de la sociedad, podemos tener historias de amor escondidas. Pero también era muy importante incluir escenas de estilo documental, sobre todo con los pacientes.   

Tú evocas como referencias Malas calles, El jugador, Noche en la ciudad, Teniente corrupto o Scarface, de Hawks. También podríamos nombrar las primeras películas de James Gray.
Yo quería contar una historia de familia en París, con una dimensión eslava, rusa, judía de Europa del Este, dar un paso al costado con respecto al relato francés y crear un todo en uno. Como Noches blancas, de Dostoïevski, que dio lugar a la película de Luchino Visconti, pero también Two Lovers, de James Gray. Lo que más me gusta es la tensión que subyace en las narrativas entre películas de género y películas existenciales como en El último deber, de Hal Ashby, por ejemplo. Sin embargo, Médecin de nuit no es cine estadounidense porque yo dirijo películas muy francesas. Lo que me gusta de esta película es que fui honesto: es violenta, dura, noir.

Debido a la crisis sanitaria, la película se estrena en los cines un año después de haber recibido su etiqueta de Selección Oficial del Festival de Cannes. ¿Aprovechaste este tiempo suspendido para avanzar en otros frentes?
Tengo dos proyectos en curso. Uno está en la línea de Médecin de nuit: una película cerrada, parisina, noir, pero un poco más divertida y de nuevo con Vincent Macaigne, que supone un encuentro determinante en mi trayectoria como cineasta.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy