27/08/2021 - Nos hemos reunido con el director y guionista polaco para hablar de su película, su humor particular y sus fuentes de inspiración

Dear Ones [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Grzegorz Jaroszuk
ficha de la película], que se ha presentado este año en la sección East of the West del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, es una absurda y estrafalaria comedia dramática que gira alrededor de un joven llamado Piotr, su hermana Marta y su padre en busca de su madre, desaparecida sin previo aviso. Los miembros de esta familia desunida se embarcan en una larga búsqueda, y se toparán con muchos personajes estrambóticos por el camino. Hemos aprovechado la oportunidad para charlar con el director y escritor Grzegorz Jaroszuk sobre los detalles de la realización de su nuevo largometraje.

Cineuropa: ¿Cómo se te ocurrió esta historia?
Grzegorz Jaroszuk: Cuando eres el escritor y director de una película, siempre hay alguna inspiración personal y experiencia que contar. He de decir que mi familia no es tan rara como la que representa la película, pero quería hacer una película sobre la familia. Para mí, la familia es como una especie de “laboratorio” donde que puedes observar las relaciones. Cuando formas parte de una familia, tienes que participar en estas relaciones, no puedes negarlas. Quería hacer una película sobre unas personas que no pueden hablar entre ellas, hasta el punto en el que todo se vuelve completamente absurdo. Y por eso no funciona esta familia.

Quisiera saber más de Piotr. Creo que es el personaje más complejo de los tres protagonistas. ¿Por qué decidiste hacerlo tan supersticioso y que siguiese tantos rituales extraños?
Siento una conexión con los personajes que necesitan desesperadamente sentir cierto orden en sus vidas, hasta tal punto, que empiezan a buscarlo en casi todas partes. Piotr es un personaje que cree en varias religiones y en muchas supersticiones, porque está desesperado por encontrar alguna forma de expresar sus sentimientos. Casi nunca sale de su casa, ¡incluso trabaja ahí! Escribí el guion antes del Covid y descubrí que su vida pasó a ser la de muchos durante la pandemia.

Es un mecanismo psicológico muy realista. Piotr necesita una especie de zona de confort, y en este punto de su vida, parece ser lo que a él le funciona.
Exacto. Él necesita algo seguro y tranquilo en lo que sumergirse.

¿Cómo escogiste a los tres protagonistas? A parte de Olaf Lubaszenko, que es un veterano en el cine polaco…
Olaf es una leyenda en Polonia. Es un actor muy famoso. Lo que hace el padre es muy egoísta e irracional, y en cierto modo, no es una buena obra. Durante el casting, me di cuenta de que necesitaba un actor con especial cariño, un hombre delicado. Ese cariño nos demuestra por qué el padre es débil y no es lo suficientemente fuerte para contar la verdad. Olaf tiene esta peculiaridad en cómo mira, en cómo habla… Encontré en esta persona ese tipo de cariño y ternura. Me alegra mucho haberlo tenido en el equipo. En general, estoy contento con mis elecciones tras el casting, veo muchas fotos en lugar de vídeos. Creo que Adam Bobik [el actor que interpreta a Piotr] e Iza Gwizdak [la actriz que interpreta a Marta] se parecen, en cierto modo: cualquiera podría creer que de verdad son hermanos. Hicimos algunos ensayos y sesiones antes del rodaje, y pensé que podrían trabajar bien juntos. Otro actor que quisiera mencionar es Piotr Żurawski, “el chico”. ¡Es la tercera vez que coincidimos en el set de rodaje y es un actor muy especial para mí!

Hay muchísimas películas que representan familias desunidas en el cine europeo. Aquí no hay melodrama ni clichés por el estilo, y has conseguido un equilibrio peculiar entre el realismo y la absurdez. ¿Cómo contribuyó el elenco y el equipo a dicho equilibrio?
Este es un tema muy interesante. Hay algunas partes de esta absurdez y realismo que ya estaban en el guion, en los diálogos y en algunas situaciones, pero, salvo en el caso de los papeles principales [la familia y “el chico”], seguíamos preguntándonos cómo hacer que los personajes secundarios fuesen grotescos y pintorescos sin pasarnos de la raya. Ese fue el mayor reto para nuestra diseñadora de vestuario, Hanka Podraza, y la maquilladora, Dorota Golinska. Puede parecer obvio, pero esto de hacer películas siempre va de hacer preguntas y tomar decisiones. Encontramos este equilibrio a base de tomar todas estas pequeñas decisiones.

(Traducción del inglés por Nuria Olivas Valera)