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TORONTO 2021 Discovery

Ana Lazarevic • Directora de The Game

"Sentía un gran sentido de la responsabilidad y quería estar lo más preparada posible"

por 

- La directora serbia habla de lo que le inspiró para crear su primer largometraje, una íntima historia sobre un traficante y un grupo de chicos que debe llevar a través de la frontera

Ana Lazarevic  • Directora de The Game
(© Toronto International Film Festival)

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 es el primer largometraje de Ana Lazarevic, estrenado en la sección Discovery del Festival Internacional de Cine de Toronto. Basándose en un cortometraje que explora el mismo tema, la directora desarrolla una historia íntima sobre un traficante de personas y un grupo de chicos a los que conoce y a los que debe llevar a través de la frontera. Hablamos con ella sobre la inspiración detrás de la historia y cómo encontró a sus protagonistas

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Cineuropa: ¿De dónde vino la inspiración para la película?
Ana Lazarevic: Había hecho un cortometraje unos años atrás sobre un hombre que lleva a un niño a través de la frontera de forma clandestina. La película fue bien recibida, ganó algunos premios, y me animaron a hacer de la historia un largometraje. Entonces, tomé la versión corta como punto de partida y traté de recrear su magia. De nuevo, la atención se centra en un traficante de personas con sus propias emociones y problemas.

¿Cómo llevaste a cabo la documentación?
Tengo un amigo periodista que en 2010 entrevistó a unos jóvenes refugiados afganos. Escuché sus historias y comencé a imaginar situaciones que podría incluir en la película. En realidad, al principio mi intención no era tomar posición política. Empecé a escribir el guion cuando la historia se convirtió en algo personal. Me invadió un gran sentimiento de responsabilidad y quise estar tan preparada como me fuera posible. Asistí a asociaciones de refugiados, realicé entrevistas yo misma, y pasé tiempo allí, observando.

¿Cuál fue la vivencia que más te ayudó más a crear los personajes?
Conocí a un grupo de chicos en Serbia en un parque y sentí una gran conexión con ellos. Hablamos otros temas aparte del ser refugiados y vi cómo les interesaban cosas del día a día, como quedar entre ellos o mirar perfiles de chicas en Facebook. Estaban buscando una conexión wifi para ponerse al día en las redes sociales. Entonces me di cuenta de que, obviamente, ser refugiados es algo que nunca iban a olvidar, pero que también hay otras cosas ”normales” que en las que piensan y que les gusta hacer. Este encuentro fue decisivo en términos de mi visión para la película y su concepto.

¿Has conocido a algún traficante de personas? ¿Cómo desarrollaste ese papel?
Conocí a uno que era un hombre de familia: tenía una esposa y un hijo. Hay pocos como él. En Serbia, mucha gente recibe salarios muy bajos, y a pesar de tener grados universitarios, como es su caso, acaban aceptando este tipo de trabajos. Él me sirvió como inspiración. No quería irme por otro camino y retratar a los traficantes como salvajes y criminales. Un artículo de investigación de la universidad de Harvard muestra que alrededor del 75 o 76% de los refugiados se refieren a los traficantes de personas como aliados, y que cuando sufren malos tratos o violencia, suele ser a manos de la policía o de otras autoridades. Soy consciente de que hay mucha gente aprovechándose de los refugiados, pero quería contar una historia diferente.

¿Cómo encontraste a los protagonistas?
Branislav Trifunović, que hace del traficante, es el único actor profesional. Los chicos no eran profesionales, pero estuvieron muy comprometidos con la película. Fue difícil encontrarlos. Fui a un campamento de refugiados en Belgrado para hacer el reparto. Me advirtieron de que existía la posibilidad de que eligiese a un chico y este decidiese irse de Serbia antes de que se hubiese comenzado a rodar la película. Lo que hice fue elegir a chicos que tuviesen obligaciones familiares, pero aun así no podía estar segura. De hecho, uno de los chicos estuvo a punto de irse antes de que comenzáramos a rodar. Pero por suerte para nosotros, finalmente decidió quedarse.

¿Cómo desarrollaste el concepto visual de la película?
Utilicé las técnicas que me gustaban de mi cortometraje, cómo la cámara en mano y activa, por ejemplo. Mi idea era reaccionar a lo que ocurría entre los personajes en cada escena. Me gustó el efecto que se creaba al dejar la cámara detrás de los actores, porque creo que genera una cierta barrera y un momento de intimidad para los personajes. Y creo que esta intimidad se realza cuando no podemos ver tanto. Es un concepto del que escuché hablar una vez a los hermanos Dardenne, que decían que, si la audiencia se tiene que imaginar la cara de una persona a raíz de una cierta emoción, puede crear un efecto más fuerte que el verla directamente.

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(Traducción del inglés por Josué Serra)

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