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Alain Corneau • Director

La diversidad o Gran Hermano

por 

- Presidente de la 13ª edición de los Encuentros de Cine de Beaune (23-26 octubre 2003), el director francés hace balance de Cineuropa y nos habla del futuro del Séptimo Arte en Francia

De mirada vivaz y una eterna sonrisa en sus labios, el cineasta Alain Corneau se ha convertido en el portavoz de los autores, directores y productores franceses en la 13ª edición de los Encuentros de Cine de Beaune, organizados por ARP del 23 al 26 de octubre. Presidente del evento, el director de Stupeur et tremblements [+lee también:
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ficha de la película
]
y de muchas otras películas como Nocturne indien o Todas las mañanas del mundo, nos habla de los importantes retos del presente y del futuro a los que el cine francés tiene que enfrentarse.

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¿En qué situación está el cine francés este año?
"Todavía está en crisis, pero creo que al igual que nuestro sistema económico, esté avanzando entre la crisis y la recuperación. Pero a pesar de lo que acabo de decir el balance es positivo. Tenemos que ver en qué punto estamos y qué tenemos que hacer. Porque cuando hablamos de crisis, hablamos sobre todo de acciones y no de pausas. Hay equilibrios financieros que se han transformado: nuevos hábitos acerca del consumo de películas, la lucha de la comercialización, la ampliación de Europa, el digital que está a punto de venir, el sector del DVD que hay que controlarlo, los financiamientos de las películas más complicados, si bien el sistema del Canal+ está todavía presente, todo parece estar en peligro. Hay una especie de ebullición, y esto es positivo. El ARP y los Encuentros de Beaune se han creado a propósito".

En su discurso de apertura, ha hablado del futuro del digital hablando de Terminator y Gran Hermano. ¿Existe verdaderamente una amenaza de destrucción?
"A pesar de todo soy optimista. Para abreviar le diré que el digital es un adelanto tecnológico sorprendente que traerá beneficios que no podemos ni imaginar hoy. Es una aportación revolucionaria en todos los sentidos. Pero si nos quedamos parados y no reaccionamos, no empezamos a prepararnos, con la creación de nuevas salas, si no realizamos películas, si no establecemos unas normas para el digital, una vez más los americanos establecerán las normas antes que nosotros, haciendo del digital un enésimo instrumento de masificación. 500-1000 copias cuestan dinero también a una gran productora, mientras que con el digital, apretando un botón podemos preparar 100 mil copias en el mismo día. Y esto es lo que tenemos que evitar. El digital, por su rapidez y practicidad tendría que favorecer la diversificación. Hay signos positivos, ya que las únicas salas equipadas en Francia con tecnología digital son las independientes. Pero las que se quedan esperando reaccionarán demasiado tarde. Hay que recordar que el primer sistema de sono digital es francés, pero no se ha hecho nada y hemos dejado que los americanos lo adquirieran".

El pasado año, Claude Lelouche exigía el derecho de las películas al pasapalabra. ¿Al cabo de un año, en el actual contexto en el cual se impone una producción rápida, qué ha pasado?
"¿Qué podemos hacer? Las salas de cine están a la merced del mercado, todo va muy deprisa; hay una verdadera inflación de copias y de estrenos que acaban creando verdaderos problemas: películas que se hacen la competencia y que no tienen tiempo de asentarse. Hay que seguir luchando por esto, pero el verdadero reto es la producción, no hay que crear una divergencia demasiado grande entre las grandes producciones con vocación más comercial y otras películas más difíciles que tienen siempre menos dinero a su disposición. Hoy la producción media francesa, que era el ojo derecho de una cinematografía nacional, que se adapta a un público más o menos adulto, está en peligro”.

¿Qué piensa de la controversia sobre el acuerdo de la nueva película de Jean-Pierre Jeunet, financiado por la Warner?
"El ARP está en contra de que se formen producciones financieras jurídicamente más bien extrañas. Por otra parte estamos a favor de que Jean-Pierre Jeunet ruede una película francesa. Hay que establecer una legislación propia a través de la cual se pueda beneficiar del dinero suplementario de las sociedades llamadas “extranjeras”. Pero tiene que haber una reglamentación clara”.

¿Cuál es su próximo proyecto? ¿Una vez más otro viaje a otra cultura?
"No, creo que será una película franco (ríe), pero más ligera. Como en mi última película (Stupeur et tremblements) intentaré hacer un film en el cual no tendré necesidad de mucho dinero. Es una manera de ser feliz durante el rodaje, no lo niego. También el estreno es menos estresante. Cuando estás obligado a tener éxito y no siempre se obtiene, es muy difícil enfrentarse a ello. ¡Aunque nadie nos obliga a hacer películas!”.

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