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BERLINALE 2022 Encounters

Cyril Schäublin • Director de Disturbios

"Poner a las personas y al idioma en los márgenes del fotograma quizás haga más visibles las situaciones recreadas"

por 

- BERLINALE 2022: La película del director suizo es una vuelta al siglo XIX, en el que el movimiento anarquista prosperó en Suiza

Cyril Schäublin • Director de Disturbios
(© Seeland Filmproduktion)

Después de su aclamado primer largometraje Those Who Are Fine [+lee también:
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, el director suizo Cyril Schäublin presenta su nueva película, la interesante y visualmente excepcional Disturbios [+lee también:
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, en la sección Encounters de la Berlinale. Hablamos con el director sobre el significado del tiempo y la conexión entre el movimiento anarquista y suiza.

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Cineuropa: ¿Qué te interesó de la conexión entre Kropotkin y Suiza?
Cyril Schäublin: Primero, me gustaban mucho los libros de Kropotkin, en especial El apoyo mutuo. Ofrece una mirada interesante a los sistemas de ayuda que existen entre humanos, animales y plantas. Hace referencia a Darwin sin contradecirlo directamente, pero argumenta que, en lugar de centrarse en los sistemas de lucha, uno también puede centrarse en los sistemas de ayuda. Esta perspectiva me interesó. Además de eso, en sus memorias describe sus experiencias en un valle relojero en Suiza y dice que, durante ese tiempo, decidió ser anarquista.

¿Qué fuentes tuviste a tu disposición para preparar la película?
Las memorias de Kropotkin, en las que habla sobre su viaje a Suiza. Además, el libro Anarchist Watchmakers in Switzerland, de Florian Eitel, publicado hace dos años. El enfoque micro histórico del autor fue crucial para escribir el guion. Muestra cómo en una ciudad pequeña en el siglo XIX, se condensaron varios avances globales. Y por último, quizás la fuente más importante de todas fue La condición obrera, de Simone Weil, que pertenecía a la clase media pero trabajó en una fábrica de acero en París y describe sus experiencias.  

¿Cuáles eran los conceptos que querías combinar en la película?
Primero, mi abuela, mi bisabuela y tías abuelas que se encargaban de hacer estos mecanismos para relojes y trabajaron en las fábricas. Luego, fui consciente de Kropotkin y, en general, del movimiento anarcosindicalista en Suiza y en la industria relojera. En la década de 1870 y 1880, Suiza era el centro de este movimiento internacional. Me interesaba el tema de enfrentarse a las nuevas tecnologías. ¿Cómo se enfrentó a ellas la sociedad y cómo lo hacemos ahora? ¿Cómo la tecnología permite formar una sociedad y crear identidades? Además, este periodo de la historia me resulta fascinante porque no sólo marca el inicio del movimiento anarquista, sino que también plantea preguntas sobre cómo nos organizamos, cómo nos enfrentamos al poder y a la distribución de la riqueza. También los estados-nación intentan crear una identidad nacional, tal como los anarquistas intentaban construir su identidad, usando por ejemplo la ayuda de las canciones. Otras herramientas importantes eran la fotografía, el telégrafo y la medida del tiempo. Muestran cómo fue construir esta realidad y cómo sigue siendo real en el presente.  

El reloj es una metáfora muy compleja. ¿Qué te interesaba de este tema?
Un familiar relojero me dijo una vez, cuando le pregunté qué significaba el tiempo para él, que es necesario distinguir el fenómeno físico del tiempo, que sigue siendo un misterio, de la medida del tiempo. Un reloj puede entenderse como una serie matemática que define una secuencia de eventos. Tiene una influencia decisiva en cómo contamos la historia, cómo encadenamos los hechos. Aunque el concepto del reloj es algo tan interiorizado, recuerda a la construcción. Pero tener en cuenta eso te permite plantearte las construcciones o estructuras alternativas posibles.  

¿Dónde grabaste exactamente? ¿Fue difícil crear una estética que recordara al siglo XIX?
El movimiento anarquista tuvo lugar en el valle de Saint-Imier en la década de 1870, y nos desplazaos hacia allí. Buscamos edificios del siglo XIX donde podíamos grabar. Con la directora de fotografía, Silvan Hillmann, recorrimos y exploramos la zona. En el proceso, conocimos personas que terminaron actuando en la película. Fue interesante trabajar con camioneros, granjeros o relojeros de la región y reunirlos con amigos míos de la ciudad, y ver cómo recreaban juntos situaciones del siglo XIX.  

¿Cómo desarrollaste el concepto visual? Los personajes están a menudo en los márgenes, parcialmente abrumados por la tecnología.
En cuanto al fotograma, para mí era importante que observaras una serie de situaciones cotidianas de la vida en el siglo XIX. Obviamente, a la película le gustaría hablar sobre nuestro presente yuxtaponiendo escenas ambientadas en la década de 1870. Poner a las personas y al idioma en los márgenes del fotograma quizás haga más visibles las situaciones recreadas, dejando espacio para que los espectadores creen su propio punto de vista.

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(Traducción del inglés)

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