14/11/2022 - El director portugués habla sobre su amibicioso, entretenido y breve largometraje

(© Lolo Vasco)

En el marco del Festival de Sevilla, hablamos con el cineasta portugués João Pedro Rodrigues sobre su fantasía musical Fuego fatuo [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: João Pedro Rodrigues
ficha de la película], en la que un príncipe luso decide convertirse en bombero. La película, que tuvo su estreno en la Quincena de los Realizadores de Cannes, acaba de recibir el Gran Premio del Jurado (ex aequo) en el encuentro español.

Cineuropa: ¿Cuál fue el origen del proyecto? ¿Los incendios forestales, el baile, o ambas?
João Pedro Rodrigues: Surgió cuando estaba en el dentista, y de alguna manera fue una combinación de ambas. En la sala de espera había revistas del corazón, que nunca suelo leer. Una tenía un artículo sobre nuestra "familia real", aunque en realidad vivimos en una república desde 1910, pero los descendientes del antiguo rey siguen apareciendo en la prensa rosa. Me preguntaba por qué. Ya no tienen ninguna importancia, ¿por qué la gente sigue fantaseando sobre ellos? A raíz de esto, también me interesaba la cuestión de cómo nos retratamos ante los demás, porque el artículo trataba sobre ellos enseñando su casa. Viven en una especie de palacio, y lo muestran a la gente común, aunque vivamos en una república. Todavía perviven los mismos estereotipos de siempre.

La película trata mucho sobre esta idea: ¿cómo te representas a ti mismo ante los demás, y cómo eres realmente? El príncipe de la película ha recibido una educación rígida, y de repente descubre el mundo de los bomberos, que es más salvaje y libre, algo totalmente opuesto al suyo. Y luego el cambio climático, los incendios forestales que asolan Portugal y el resto del mundo cada verano. De hecho, este artículo de la revista también mencionaba que "nuestro príncipe" quería ser bombero.

Me pareció una historia interesante, pero, ¿cómo podía contarla sino a través de una comedia? Es tan increíble. Siempre quise hacer una comedia, y creo que este era el momento adecuado. La película estaba escrita antes del COVID, así que fue algo que introduje en el guion durante la pandemia. Se suponía que íbamos a rodar en 2020, pero finalmente rodamos en noviembre de 2021.

La película no avanza de forma clásica. Nos sorprende constantemente, con saltos hacia delante en el tiempo. ¿Cómo trabajaste en la escritura del guion antes y después de la pandemia, y también durante el rodaje?
La idea de esta película siempre fue contar una historia muy larga en muy poco tiempo. Quería hacer una película divertida y corta, porque creo que mucho cine de autor de hoy en día es muy largo y muy aburrido. Además, en cada película que hago, siempre trato de introducir algo diferente. Escribí la película con mi compañero, João Rui Guerra da Mata, que también es el director artístico y el encargado del diseño de producción en mis películas. También escribimos muchas películas juntos, y con Paulo Lopes Graça, un amigo nuestro que es diplomático y tiene un sentido del humor increíble. El guion de esta película estaba totalmente escrito antes de la pandemia.

Sin embargo, durante el confinamiento, cuando estábamos en casa y no podíamos salir, sabía que cuando rodara finalmente la película, no sería igual que antes de la pandemia. En realidad, todavía no hemos salido de ella. Me resultaba difícil hacer una película sobre el tiempo presente sin hablar de la pandemia, y parte de esta película transcurre en la actualidad. No entiendo cómo la gente puede rodar películas hoy en día y no pensar en ello, fingiendo que el mundo no ha cambiado, porque para mí el mundo sí es diferente. Fue algo trágico, pero también hubo un momento en el que pensamos que los líderes habían entendido por fin que las cosas tienen que ser diferentes. Lo que vemos ahora es que la forma de relacionarnos ha cambiado, creo que estamos más distanciados unos de otros. Y al final, el mundo ha vuelto a... políticamente, es un desastre. Es triste. Pero para mí, era importante que ese momento específico existiera en la película.

Quería hacer una película que jugara con muchas elipsis. Al mismo tiempo, lo que siempre intento en la narración, es elegir los momentos de la historia que la hacen avanzar. En este caso me gustaba la idea de que fuera hacia adelante y hacia atrás, algo que nunca había hecho. Así que utilicé el recurso clásico del flashback, y también el de alguien que espera la muerte y recuerda su vida y su primer amor.

Creo que en la película también es importante la historia de amor. Para mí, era crucial que fuera creíble. Creo que los actores que encontré tienen una energía que lo convierte en real. Es una historia sobre un príncipe que quiere ser bombero y se enamora de un bombero, una especie de cuento de hadas. Pero lo que intento es hacer un cuento de hadas real. Siempre intento que lo increíble resulte creíble.

(Traducción del inglés)