15/12/2022 - El cineasta italiano habla de su tercera película, presentada en Venecia y ahora en competición en Les Arcs Film Festival

(© Maëva Benaiche/Les Arcs Film Festival)

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entrevista: Fulvio Risuleo
ficha de la película], se estrenó en la pasada Mostra de Venecia, en el programa Orizzonti Extra. Hablamos con el director con motivo del 14º Les Arcs Film Festival, donde compite su película.

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Cineuropa: ¿Cómo surgió la idea de una noche con dos personajes recorriendo las calles de Roma?
Fulvio Risuleo: Tenía una imagen sugerente que me daba vueltas en la cabeza, la de dos personajes en un bar, uno más mayor, el otro más joven, y el primero obliga al segundo a bailar con una chica. Me gustaba esa dinámica narrativa y empecé a reflexionar: ¿Por qué hacen eso? ¿Quiénes son? Cuando decidí que el mayor era un policía, pensé: De acuerdo, es una historia de este tipo, así que debo retroceder. Empecé a escribir el argumento desde el principio, buscando saber cómo se habían conocido estos dos personajes y cuál podía ser el motivo por el cual uno se convierte en esclavo del otro. Construí el guion de esa manera, con una idea de partida muy precisa, pero sin saber a dónde nos llevaría eso, hasta el punto en que el relato tomó una dirección diferente a la que imaginaba al principio.

La elección de la temporalidad del relato, ¿se impuso al principio?
Sí, surgió mientras escribía. Me gustan mucho las películas que se desarrollan en una sola noche, las historias comprimidas en unas pocas horas, como espectador pero también en los cortometrajes que he dirigido. Cuando el tiempo es limitado, se presta más atención, las pequeñas cosas tienen mucha más importancia y podemos centrarnos en detalles que en las historias largas nos vemos obligados a dejar de lado. 

Para el papel del joven protagonista, ¿por qué elegiste a un italiano de origen camboyano, un adolescente inmigrante de segunda generación?
Partí de la idea de que era un inmigrante de segunda generación porque me servía sobre el plano narrativo, primero como detonante para la primera escena del arresto, pero también porque permitía más perspectivas narrativas. Pero no tenía claro el país de origen, en realidad eso no importaba. Lo decidí en el momento de las audiciones. Además, yo había pensado en un chico marroquí. Pero cuando Yothin Clavenzani se presentó al casting, todo cambió. Era completamente diferente, aunque solo fuese por su complexión. Tuve que volver a escribir el papel para él, algo que no me costó nada porque me gusta que mis guiones sean bastante imprecisos para poder modificarlos en función de los intérpretes y de los decorados. Yo no soy de esos cineastas que tienen en la cabeza hasta el más mínimo detalle. Yo no funciono a partir de imágenes, sino a través de desencadenantes narrativos, diálogos y atmósferas. Así, con Yothin, el personaje tomó una dimensión completamente distinta.

¿La película detalla las mecánicas de poder de un ser humano sobre otro?
Sí, era el punto de partida. Pero yo no quería reflexionar sobre el poder en sí mismo, sino más bien sobre la forma en que se aplica y, sobre todo, las palabras que se emplean. Pues cuando el chico es detenido, está claramente en falta, pero la forma de actuar del policía es un pequeño abuso de poder que da inicio a la historia. Pero lo que me interesaba era que el policía siempre intentaba encontrar el equilibrio entre hacer respetar su papel y seguir siendo un ser humano, y a veces las dos cosas no van bien juntas porque en la vida no siempre somos tan radicales como deberíamos para aplicar la ley. En general, la actividad de policía siempre es bastante ambigua, pero en esta historia donde el policía también tiene problemas psicológicos que descubrimos poco a poco, el poder es aún más peligroso.

¿Cuál será tu próximo proyecto?
Empecé a escribir con la novelista Simona Vinci. Será una película que se saldrá un poco de los esquemas del realismo manteniéndose en el realismo, con elementos de ciencia ficción, de terror y de drama. Voy a trabajar con los mismos productores de Notte fantasma, pero no sé cuándo verá la luz la película porque es un proyecto más complicado y más caro.

(Traducción del francés)