SAN SEBASTIÁN 2025 Competición
Claire Denis • Directora de The Fence
"La de hoy es otro tipo de colonización llamada capitalismo"
por David González
- La directora francesa habla sobre los orígenes de su nueva película y sobre los temas más importantes que caracterizan su carrera

La directora francesa Claire Denis habla sobre los orígenes de su nueva película The Fence [+lee también:
crítica
entrevista: Claire Denis
ficha de la película], proyectada a competición en el 73.° Festival de San Sebastián, y sobre los temas más importantes que caracterizan su carrera.
Cineuropa: ¿Por qué esta obra y por qué ahora?
Claire Denis: Isaach de Bankolé y Bernard-Marie Koltès eran muy buenos amigos. Cuando rodé con Isaach mi primera película, Chocolat, Bernard vino al rodaje en Camerún. Siempre hablábamos de escribir un guion juntos, pero Bernard enfermó de sida y estaba cansado. Antes de morir, me dijo: “Escucha, tienes que adaptar esta obra, Combat de nègre et de chiens”. Le dije que sí, pero en mi cabeza pensaba que no, que no sería capaz, que sería demasiado triste, demasiado duro. Y luego, cuando pasaron unos años, le dije a Isaach: “Es el momento, hagámoslo”. La obra de Koltès era muy importante para nosotros, y también para los jóvenes en Francia. Hablaba del mundo, no solo de Francia. Le gustaba Guatemala, México, Nigeria… Era como una estrella fugaz.
No es la primera vez que abordas el tema del colonialismo, ¿verdad?
“Colonialismo” es una palabra complicada, porque hoy en día abarca una realidad diferente. Es el mundo de la economía el que practica el colonialismo ahora. Así que, cuando hablamos del colonialismo que yo conocí en mi infancia y del hecho de que se le quite a África sus metales preciosos, su petróleo, etc., es diferente. Es otro tipo de colonización, que en realidad se llama capitalismo.
De hecho, estamos siendo testigos de un conflicto a gran escala que también proviene del colonialismo: la guerra entre Israel y Palestina.
Sí, se puede decir que los palestinos están colonizados, pero lo que ocurre en Israel y Palestina es más bien el resultado de la Segunda Guerra Mundial y del horror del Holocausto. Todos los sionistas luchaban por eso, a principios del siglo XX, y de repente Europa pensó que tenía que hacer algo. Quizá el mito de un Israel y una Palestina que vivirían uno al lado del otro en armonía no era tan factible… Ahora se reconoce el Estado palestino, pero es importante hacerlo oficialmente. Quizá ha sido la guerra la que ha hecho que demos ese paso. Entre esta guerra y la de Ucrania, en la que están muriendo miles de personas, es como si lleváramos sobre nuestros hombros una responsabilidad muy pesada. Vivimos una época difícil.
Ha surgido recientemente un movimiento a favor de una representación más justa del mapa del mundo, que se aleja de la versión tradicional y adopta la versión Equal Earth, que representa África con mayor precisión.
África es un continente enorme que siempre ha estado en el centro del mundo, como América del Sur. El hemisferio sur siempre se muestra más pequeño, pero la realidad es muy diferente.
¿Crees que explorar estos temas tan delicados para Occidente te ha cerrado puertas?
Nunca pienso en eso. Quizá, si supiera hacer comedias, se me abrirían más puertas, pero solo tenemos una vida. Hacemos lo que debemos hacer.
En la película, el personaje femenino es el único que muestra vulnerabilidad, que reflexiona, que se hace preguntas, y eso es algo que no se ve en los personajes masculinos.
Ella nunca habría imaginado acabar en prisión. Cuando vemos documentales sobre África, vemos animales, naturaleza… En su cabeza, el continente africano era como una especie de paraíso. Dicho esto, no estoy tan segura de que los hombres no tengan esa vulnerabilidad. Creo que la tienen, que trabajan en plataformas petroleras o en minas, oficios duros que preferimos que hagan los hombres, así que son un poco como un pequeño ejército. Piensan: “Bueno, voy a hacer esto diez años, ganar dinero y volver a casa”, así que no tienen con el país en el que trabajan una relación a través de la cual vayan a transformarse. Los personajes masculinos están encerrados en ese espacio, pero eso no quiere decir que no sean vulnerables, al contrario. Llevan una vida que podríamos calificar de “sumamente masculina”, digamos, en la que los sentimientos no tienen cabida, pero eso no quiere decir que no los tengan.
No es la primera vez que retratas universos tan masculinos. ¿Por qué te atraen tanto este tipo de entornos?
Creo que es porque yo vivía en un mundo dirigido por hombres, incluido el del cine en aquella época, cuando empecé.
Esta es la primera película dirigida por una mujer que produce Saint-Laurent. ¿Dirías que has abierto muchas puertas a lo largo de tu carrera?
Sin Saint-Laurent, esta película no habría podido hacerse. Han resultado ser unos aliados formidables. No es que yo haya abierto ninguna puerta, sino más bien que la realización de esta película ha sido posible gracias a ellos. Siempre es difícil encontrar financiación, pero creo que eso es algo totalmente normal. Si me dicen que he abierto puertas, estupendo, pero no me veo como un modelo a seguir.
(Traducción del francés)
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